En defensa de Rosa Valdeón Santiago

En algo sí ha acertado el presidente ‘popular’ en su visita a Zamora. Siempre es obligación del visitante elogiar al anfitrión o anfitriona. Pero en el caso de Zamora, el elogio y la eficacia forman parte de la candidata a la alcaldía, la todavía consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades en Castilla y León y único miembro del Gobierno regional que ha puesto ‘firme’ al ministro del ‘efecto llamada’, ‘chuchi’ Caldera. Y si no es suficiente, todas sus cualidades las acompaña con la elegancia de su saber estar y permanente sonrisa, lo que es de agradecer en los tiempos que corren.

A la que fue consejera le sobran “caché y carisma”.  Juan Vicente Herrera ha ignorado a los ciudadanos de León y de Castilla al designar a Rosa Valdeón como candidata para la alcaldía de  Zamora. ¿Tan poco le importa a Herrera su Comunidad? ¿Por qué tanto desprecio si tanto le ha dado Castilla? No es ético que se queje de sus colaboradores y consejeros, mientras envía a la mejor y más eficaz al ‘destierro’ zamorano. ¡Qué gran vasalla, si tuviera buen señor! Hasta el propio Mariano Rajoy así lo ha reconocido.

Mariano Rajoy volvió a cometer en Zamora parciales errores de bulto con unas afirmaciones que le escribieron con torcidos renglones. “Es inteligente (Rosa), tiene experiencia y siente a Zamora. Será alcaldesa, con el apoyo de todo el Partido Popular y de toda la sociedad”. No nos cabe duda que tendrá el apoyo de su partido, pero a la sociedad se le ha ignorado, como se acostumbra en estas tierras. Valdeón no merece ser tratada como una pelota de tenis. Zamora tiene garantizada la mayoría absoluta del PP, sin bajarse del autobús.

Por eso mismo se entiende menos que se desaproveche un valor en alza y una gran gestora, precisamente algo de lo que no anda sobrada la comunidad. Rosa Valdeón debe volver al Gobierno de Herrera en la próxima legislatura, porque es de los pocos políticos capaces de liderar una Consejería amplia, como puede ser Educación, Cultura, Familia e Igualdad; lo que los técnicos  conocemos como una superconsejería.

La ciudadanía no se cree los ‘paños calientes’ que intenta poner Juan Vicente Herrera. Es consciente de su error y no se atreve a dar marcha atrás. La ínclita Valdeón sufre resignada en silencio y llora en privado, sin alcanzar a conocer sus culpas. La envidia es el pecado capital de esta España nuestra. Ahí va una pregunta con fundamento ¿Hay alguna consejera que ha presionado a Herrera Campo  para que aparte a Rosa Valdeón de su lado? ¿A quién hace sombra Valdeón Santiago para que pase de rubia a morena?

Rosa Valdeón, actual alcaldesa de Zamorana, no precisa de un ‘destierro’  para renovar el proyecto de los populares en Zamora. La alcaldía se le queda pequeña a quien  supo abanderar en su momento la Consejería más difícil y complicada de la comunidad, porque tuvo que partir de cero zapatero. Si fue capaz de crear de la nada una Consejería como la de Familia e Igualdad de Oportunidades, ‘apuntalarla’ con el trabajo riguroso y la eficacia de Rosa Urbón, además de acabar dejando en segundo plano a todo el equipo de Juan Vicente Herrera, bien puede estar tranquilo el presidente que saldrá adelante su tan cacareada “transición razonable”. Pero eso en Zamora pueden hacerlo Rosa Valdeón y su equipo en tres ratos libres.

Alguien debe decir al presidente que se equivoca. Todavía es posible salvar a Valdeón para la causa y ésta no es otra que seguir dignificando la comunidad. La división del Partido Popular en Castilla y León ha llevado a guerras internas en el seno del Gobierno regional. Actualmente se miran de reojo los propios consejeros en cada Consejo de Gobierno; saben que más de la mitad de ellos no estarán en la mesa en la próxima legislatura. Ni Castilla ni León pueden permitirse otros cuatro años de espera e inmovilismo. ¿Alguien pensó en la consejera Valdeón para presidir Castilla y León? Nosotros sí lo hemos pensado y, por si acaso, Juan Vicente debería atar la silla antes de que Rajoy dispare por elevación.

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