La educación debe ser un asunto de Estado y no verse sometida a los vaivenes políticos. Toda reforma que se precie debe tener en cuenta la estabilidad del sistema educativo, sin utilizar la escuela como confrontación ideológica.
El pacto social por la educación parece que es imposible en este país, por lo que estamos ante una ley que no garantiza la estabilidad del sistema educativo. La unilateralidad ha sido la fórmula elegida por el Gobierno. El engaño ha vuelto a ponerse de manifiesto y parece que hemos regresado a los tiempos del ministro Maravall Herrero. Toda la calidad de la nueva ley parece ceñirse a la diversificación y a los desdobles. Eso sí, el Ministerio de Educación hace tiempo que desterró el ‘cero Zapatero’ de las calificaciones. Lo que está claro es que la LOE no destaca precisamente por primar el esfuerzo, valorar el mérito y la exigencia académica.
La LOE no resuelve muchos de los problemas creados por la LOGSE; lo que quiere decir que el informe PISA volverá a vapulear el sistema educativo español. La última vez que se refirió al mismo, su informe fue contundente al incidir en que la ley socialista de 1990 supuso una regresión, a la vez que llevó a nefastos resultados a nuestros estudiantes.
La LOE ha llegado a destiempo y es decepcionante por su mediocridad y por la falta de medidas innovadoras. El Gobierno socialista no ha sido capaz de plantear una alternativa moderna, progresista y eficaz. No aporta soluciones al sistema educativo, ni concreta mejoras para los profesionales de la educación. Estamos hablando de una ley regresiva e injusta con los más desfavorecidos. Nos aleja de Europa y aumenta las desigualdades territoriales. No potencia el esfuerzo y premia la dejadez al permitir la promoción con tantos suspensos.
Fraude social de la Ley de Educación (LOE) http://fb.me/VDOM8LeM