La guerra de Zapatero

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Las guerras se sabe como empiezan, pero no se sabe cuándo y cómo van a acabar. Y más aún si no se tiene un objetivo para la victoria final.  No tiene objeto declarar una guerra y no tener ninguna posibilidad de ganarla. Nuestro inefable Zapatero en su proceso de transformación ha cambiado sus principios y ha  cogido la bandera y se ha puesto con Sakozy al frente del ejército. El hombre de “No a la guerra” se ha transformado en halcón en sus últimas bocanadas de poder y se ha embarcado en la guerra contra Libia, pero con las manos atadas.

Con tres días de guerra ya no sabemos lo que tenemos que hacer a partir de ahora. Y lo peor cada uno de los aliados tiene fines distintos y una opinión dispar. Con esta tropa no llegaremos lejos. Obama quiere desengancharse,  Sarkozy quiere borrar culpas anteriores, Italia está muy cerca y sus bases las quiere alquilar caras, Noruega se va, Alemania, Rusia y China no quieren líos y están a la espera a ver qué pillan.

El Consejo de Seguridad con una resolución impidiendo el desembarco en tierra, ha provocado que el tirano traslade sus defensas al centro de las ciudades. ¿Y ahora? ¿Seguimos tirando misiles o bombas desde barcos o aviones?. En el momento que haya algún civil o niño muerto ya tenemos las portadas y los pusilánimes de siempre pidiendo la Paz y Gadafi acusa a Occidente de asesinos y consigue salirse con la suya. A ver quien es el guapo que lo desaloja de ahí…. Zapatero puede quedarse colgando de la bandera de la ONU.
¿Y la ministra de Defensa? Ella no aparece y está a lo suyo en la campaña de imagen para llegar a candidata a la Presidencia por el PSOE que le ha montado Barroso (su marido) que le ha dice que mejor no se mezcle mucho con los militares con la que se está montando en Libia y salga trasquilada.
Los doscientos pacifistas contados que hay en España (no hay más) acaban de desfilar en devota procesión por Barcelona tras la manida sábana de rigor. Todos los que salieron disfrazados de “No a la guerra” que lo hicieron pensando en la recompensa de después de la victoria de Zapatero, ahora se esconden, o montan un homenaje de defensa al prevaricador Garzón… o dan toda clase de explicaciones peregrinas para que lo de Libia y lo de Irak no es lo mismo.
Si los derechos humanos de los iraquíes no importaban nada y los de los libios, mucho, es que la razón humanitaria flaquea y se pliega a sentimientos más potentes. Cuanta hipocresía. Gadaffi y Sadam son dos tiranos asesinos como tantos que hay en todo el mundo robando y masacrando a los suyos. Pero en Irak y Libia hay petróleo ¿Verdad?. A ver lo que nos cuentan hoy en el Congreso, porque esta guerra ya no da más de sí.
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