Muchos años lleva el Gobierno regional del Partido Popular malgastando el dinero de los leoneses y castellanos. Desde diversas instancias hemos instado al presidente Herrera, incluso aconsejado con políticas realistas, para tender a un ahorro lógico; máxime, en momento de crisis como la actual. Ni caso se nos ha hecho.
Entendemos que no se nos hiciera caso, porque había que colocar a muchos afiliados, simpatizantes y ‘tamborileros’ del partido. Por eso, ahora que llegan las elecciones, no vamos a hacer caso a Herrera. Sabemos que miente a la población y así lleva haciéndolo desde que Juan José Lucas le tocó con la varita del poder y le regaló la Junta de Castilla y León en detrimento de Tomas Villanueva, que hubiera sido el ‘heredero’ natural.
Pues bien, el candidato del Partido Socialista a la comunidad que componen León y Castilla ya ha empezado a hablar de ahorro. Lo ha hecho anunciando que si llega a la Presidencia de la Junta reducirá las consejerías de siete a doce. Esa es muy buena idea, pero lo que no es tan buena idea es la configuración que anuncia; tal reestructuración no cuadra con la realidad de la comunidad y mucho menos con las necesidades de la misma. Oscar López, candidato ocasional y desmemoriado del PSOE, se ha marcado un farol y va a quedar peor que lo que ya quedó hace unos días en el programa «La Noria», donde batió record de ridiculez e insensatez, junto con ‘la Chota’, como se conoce en el mundo del periodismo a Iglesias.
Con respecto a la Consejería de Interior y Justicia, tiene toda la razón, porque es una cartera «absurda». Y es absurda desde su creación, ya que Herrera Campo nunca tuvo la intención de acoger las competencias propias de la misma. Como ha dicho López: «no hay ni policías ni jueces». Esa es una de las propuestas que hace tiempo le hicimos a Herrera y no se dignó en contestar; otro de sus errores: el desprecio a la población de la comunidad, unas veces de forma directa y otras interponiendo a algunos de sus jefes de servicio, a modo de despechados esbirros, para que contesten con insultos o desprecios a la ciudadanía que intenta hacerles trabajar con seriedad y rigor.
No es de extrañar que el ocasional líder socialista haya tachado al consejero de Interior y Justicia, Alfonso Fernández Mañueco, de ser un «consejero nini por que no tiene ni Interior ni Justicia». Para ser más clarificador — y esta vez sí que ha acertado López — el citado consejero se ha pasado toda la legislatura mirando al tendido. Además de no hacer nada reconocido, ha sido una pieza volandera para poder cobrar del Gobierno regional y dedicarse a labores del Partido Popular en León y en Castilla. Recientemente su partido ha anunciado que irá como candidato a la alcaldía de Salamanca: «¡Márchate y lleva tanta paz como alegría dejas entre tus compañeros!».
La fusión de áreas para la creación de Consejerías no es la más acertada, como ya hemos dicho, pero hay que reconocer la intencionalidad. Lo que no es de recibo es intentar crear un área que «englobe Educación, Innovación, Cultura y Patrimonio». El ocasional líder del PSOE está muy mal asesorado. Se puede hacer el ridículo en televisión, sobre todo en programas basura como «la Noria», pero un ridículo tan sonado al frente de un Gobierno sería más propio de un mediocre y de un zoquete que de un gobernante responsable.