El consejero de Cultura y Turismo de Murcia, Pedro Alberto Cruz, en su comparecencia ante la juez no pudo identificar como agresor, en la rueda de reconocimiento, al joven que fue detenido tras la agresión de la que fue víctima en la tarde del pasado sábado a las puertas de su domicilio. Por lo que la juez ha ordenado libertad para este arrestado, J.D.B.L., con la obligación de comparecer en los juzgados los días 1 y 15 de cada mes.
El sistema ya funcionaba en los tiempos de Franco. Cuando existía una duda sobre la actuación de la policía y la opinión pública apretaba para conocer la verdad se echaba mano del archivo de los delincuentes, proxenetas y golfos habituales que figuran en los archivos policiales y se le carga el muerto al que pudiera servir al caso para despistar las sospechas sobre la inoperancia del Delegado del Gobierno. Con esta detención, la Delegación del Gobierno ha intentado parar el clamor de la calle que pedía su dimisión.
Es difícil reconocer por una foto al agresor que te da por sorpresa y de entrada un puñetazo en el ojo que te deja grogui. Y se han dado prisa en filtrar que la detención es por este reconocimiento del sospechoso que tuvieron mucha prisa en dar su nombre cuando desde el juzgado se había decretado secreto de sumario.
Al parecer la juez no ha visto claras las pruebas aportadas contra él, que no ha tenido más remedio que soltarlo. Murcia es una ciudad mediana donde se conoce a todo el mundo y los culpables de esta agresión podrían ser otras personas, posiblemente mucho más cercanas al partido y sindicatos que empezaron las algaradas y que no conviene desvelar.
Estando Rubalcaba en el fondo del asunto, cualquier conjetura es posible y tengo la sospecha que esto no está resuelto.
Esto es la crónica de una paliza anunciada, iban a por Cruz al menos desde Marzo del año pasado, por lo que yo he leido sobre la cruz de Yagüe y la que se montó. Si quiere el amo, la policía tiene donde buscar.