Las ministras y directoras generales de Zapatero a la cabeza del uso indebido del coche oficial.

FUENTE: CaballeroZP.- El gobierno pese a la crisis sigue manteniendo un total de 490 vehículos oficiales para los cargos socialistas que cuestan un total de 15 millones de euros anuales de dinero público. Si esto por si solo ya es un insulto a los millones de personas que sobreviven en el país gracias a Cáritas o sus familias, cuando se sabe el uso que se da de los mismos es más insultante todavía.

Según denuncian los trabajadores despedidos el pasado miércoles  que realizaban la función de choferes de los vehículos oficiales,  los caprichos y usos indebidos de los coches oficiales estaban a la orden del día, llevándose el premio al mal uso las ministras o directoras generales.

Por lo visto los caprichos de Elena Salgado son de sobra conocidos por estos trabajadores, que la acusan de utilizar el coche oficial para ir a la peluquería, a clase de Pilates, o para mandar a los choferes a comprar bombones a Embassy en el Paseo de la Castellana, que ya sabemos que a la hora de ser sibaritas los progres mejor que nadie.

Por otro lado la ex ministrilla Bibiana Aido, no conforme con gastarse el dinero público en sus extravagancias o burradas que sacaba adelante, hacía que los choferes fuesen a recogerla a ella y a sus amigas a altas horas de la madrugada cuando salían de copas.

De Mª Teresa Fernández de la Vega ya conocemos su total falta de interés en cumplir  con el Código de la Circulación, ya que todos lo podemos comprobar viendo el video en el que sale precisamente en su coche oficial sin ponerse el obligatorio cinturón de seguridad. Pero según desvelan los trabajadores despedidos, la ex vicepresidenta obligó a uno de estos choferes a conducir a 190 Km/hora, motivo por el que le retiraron 6 puntos del carné de conducir al empleado, ya se sabe o incumple las leyes acatando la orden o al día siguiente en la calle.

Como ya decíamos al principio las mujeres son las que más abusan del coche oficial, llegándose a dar el caso de directoras generales que han ordenado instalar sillitas para niños porque envían a los choferes a buscar a estos al colegio, o una ministra que tiene un coche oficial a disposición de su cocinera particular, para que esta pueda hacer cómodamente la compra en el mercado. A pesar de ello el más criticado es el ex ministro de trabajo Jesús Caldera, del que dicen que “siempre les ha tratado con la punta del pie”, y no se dirigía a ellos directamente, ya que lo hacía a través de los escoltas.

Con esta denuncia tenemos un nuevo ejemplo de la desvergüenza y la caradura que se gastan desde los cargos socialistas, y es que ya se sabe, los progres siempre han demostrado ser más sibaritas y prepotentes que esas clases altas a las que tanto critican.

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