La huelga empieza con fracaso en la gran empresa.

La gran empresa trabaja con normalidad. Los sindicatos obreros 'lloran' su fracaso inicial.

Decenas de lo que iban a ser piquetes se enfrentan a sus propios sindicatos.

La huelga empieza mal para los sindicatos obreros. Lo que demuestra que el Gobierno había pactado con ellos la huelga y el fracaso de la misma. Estamos ante un claro ‘terrorismo consentido’ y una dictadura de mediocres, indigentes intelectuales, catedráticos de la estupidez, saltimbanquis del sentido común y sindicatos ruines.

La fábrica de Citroen en Vigo ha hecho un corte de mangas a los sindicatos clasistas y éstos ‘lloran’ con desesperación su fracaso. Los trabajadores han entrado al tajo y con la cabeaza alta, mientras los piquetes insultaban al personal; unos insultos que procedían de la envidia, del analfabetismo y del odio más permisivo y adulterado. Los mal llamados piquetes informativos han visto cómo la ‘juerga’ pagada con dinero público empezaba mal, tan mal como ha empezado en Fasa Renault de Valladolid, donde los gritos e insultos eran contra los sindicatos obreros y contra sus viciosos líderes, muy dados al lujo, a las cinco estrellas, al desprecio del trabajador y al abuso.

En Vigo la policía ha merecido la calificación de sobresaliente. Ha estado donde debía, a pesar de las sospechas de la población en el Ministerio del Interior y en la falsedad que le caracteriza. En Citroen no ha faltado el típico insulto de esquirol a los trabajadores; unos trabajadores que han perdido toda su confianza en los sindicatos obreros y de quienes reniegan desde hace años. «El turno de noche de Citroën en Vigo está integrado por unos 1.300 trabajadores y, pese a la escasa entrada de operarios, algunos representantes sindicales han denunciado que muchos empleados del turno de tarde «se quedan a doblar turno» y que otros ya entraron en la fábrica varias horas antes de empezar su jornada para evitar los piquetes». Ni siquiera ha llegado al 0,5% la incidencia de la huelga, lo que demuestra –una vez más– que el sindicalismo obrero está integrado por ‘tontos de caperuza y analfabetismo funcional’.

Si bien los sindicatos tienen paralizados varios camiones con material en Vigo,  lo cierto es que la empresa ha sido más lista que los ‘tontos’ de los obreros sindicados y ha procurado hacer acopio de suministro en los días pasados. Una vez más, los ignorantes piquetes pagan su propia tontería y el tiempo ha vuelto a ponerlos donde debe: a la intemperie y con el culo al aire fresco.

En el ámbito de las Pymes se ha confirmado que apenas hay incidencia. Ni siquiera llega la huelga al 1%, lo que pone en el disparadero a los líderes de los sindicatos socialista y comunista, sin descartarse que se pida su dimisión desde las propias filas sindicales. Igualmente, grupos de ciudadanos han salido a la caza de piquetes. «¿Quieren guerra?, la tendrán», han manifestado numerosos colectivos de ciudadanos. ‘Gracias’ a UGT y a CCOO entre 30.000 y 70.000 obreros podrían quedarse sin trabajo el día 30 de septiembre. «Ni un sindicalista más en mi empresa» es el lema empresarial. «No se trabaja el día 29, tampoco el 30 ni sucesivos». Pero todo ello ha de llevarse por la vía de la reserva. Para hacer daño ya está el Gobierno, no hace falta que los sindicatos obreros amenacen también.

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