Por Xavier Carrió.- Durante estos dos últimos años, si alguien se ha destacado en su lucha contra la corrupcción en el Parlamento valenciano denunciando a Francisco Camps dentro del caso «Gurtel», por el supuesto regalo de unos trajes, ha sido Angel Luna González, ex alcalde de Alicante. Lo veíamos aparecer en los plenos con unas carpetas filtradas por la policía del sumario presuntamente secreto, que ha estado un día tras otro aparenciendo durante cerca de dos años en las portadas del diario El País.
Ahora el juez que investiga el caso «Brugal» ha acusado a Angel Luna de haber efectuado una reforma en su domicilio que fue abonada por Enrique Ortiz, quien desde hace largos años ha sido el beneficiario de la gran mayoría de las obras públicas de la provincia de Alicante y que además aún conduce un Audi A6 que pertenecía a la empresa Enrique Ortiz e Hijos. El portavoz socialista aseguró que había pagado el importe de la reforma (unas 700.000 pesetas), aunque no recordaba si «directa o indirectamente». Vaya por Dios.
Enrique Ortiz e Hijos acostumbrado durante mucho tiempo a comprar las voluntades de políticos, y ahora mismo de jugadores de futbol para obtener el ascenso del Hercules a Primera División, es desde hace largos años la empresa beneficiaria de la mayoría de las obras públicas que se acometen en la provincia de Alicante. Ya durante el mandato de Luna en el Ayuntamiento de Alicante en los años 1991 y 1995 obtuvo mas de 80 contratos y posteriormente cuando cesó Luna como alcalde pasó a engrosar la plantilla del constructor, es de suponer en pago de los servicios prestados. Al verlo atacar a Camps tan ardientemente en el Consell yo no entendía nada, al denunciar a Camps por presuntos subornos, del propio Ortiz y pensé que este hombre era un suicida, ya que tenía mucho por que callar.
El cazador, cazado.
La imagen de Luna en el Parlament con la carpetita azul en sus manos son de las que hacen historia. Mucho tendrá que explicar ahora sobre el origen de esos papeles Si hubiera verguenza en la política, este señor debería estar ya fuera de la política. El es el menos indicado para acusar a los demás de corrupción. Al menos que no presuma de honestidad. Que cara mas dura.