Rosa María Moreno, secretaria de organización de la Federación de Transportes, Comunicaciones y Mar de la UGT, ha sido la encargada de coordinar a las huestes en defensa de lo indefendible. Tres personas que la han escuchado hablar en las últimas cuarenta y ocho horas me cuentan que está encendida: “Tiene un cabreo africano y va a por Esperanza y la caverna mediática que la apoya. Se van a enterar”.
Moreno es especialista en movilizaciones. (…).
(…), pues la buena de Rosa María Moreno ha dado órdenes a sus hooligans, cuidándose mucho esta vez de dejar rastro por escrito, para que las cifras que el PP reclama por tierra, mar y aire no salgan a la luz. Nadie debe saber el número real de liberados que hay en España. Van a presionar al Gobierno para que siga mareando sine díe a los populares en el Congreso de los Diputados. Y, además, ha puesto en marcha la maquinaria sindical en otra dirección.
Según me explicaban esas tres personas, dos de ellas militantes de UGT y una de CCOO, “los jefes quieren recabar datos de todo tipo respecto a dirigentes del PP y periodistas, sobre todo de carácter económico/profesional, para sacar el ventilador y tratar de desacreditarles. Buscan cuentas corrientes en el extranjero, Sicavs, adjudicaciones públicas en el ámbito familiar, a empresas afines…. Quieren tratar de evitar que los liberados puedan perder su puesto y en esta batalla están dispuestos a dejarse muchos pelos en la gatera”.