Al buen entendedor no hace falta decirle que el 29-S hay que actuar con contundencia contra lo que llaman piquetes informativos. Tales grupúsculos siempre han sido piquetes coactivos y, frente a la coacción, la ciudadanía tiene que emplear la mano dura. Se nos presenta una ocasión ideal para salir el 29 de septiembre a la caza del piquete. ¡Trabajemos con sus armas! ¡Que nadie se olvide de Talión!
Frente al sindicalismo obrero e irresponsable, solo cabe la responsabilidad y la razón del sindicalismo sectorial no gubernamental. Y ante la insensatez de los piquetes coactivos no hay otro camino que «la mano dura, contundencia inflexible y, si procede, al pilón más próximo mientras sean ilegales, por su insensato navajeo y por el daño social que practican». Que nadie lo dude: el 29-S será un primer ensayo de la ‘caza al piquete’ por parte de la ciudadanía responsable.
Hoy s eha demostrado que los líderes sindicales cobran suculentas cantidades de dinero de las empresas públicas y privadas. Pero eso lo ocultan y no les interesa que se sepa. ¡Es el momento de difundirlo para que la población compruebe que está rodeada de ladrones y de sinvergüenzas que vegetan en los ‘burdeles’ sindicales!
Mientras los sindicales se embolsan decenas de millones de euros y abandonan a los parados y a los trabajadores de empresa, organizaciones como Cáritas se hacen cargo de milles de ciudadanos a quienes han arruinado los sindicatos y el Gobierno. ¿Cuántos comedores sociales han puestos los sindicatos a disposición d ela población necesitada? ¿Cuántas asistencias han aportado a quines no pueden pagar la hipoteca o no pueden comer? ¿Cómo ayudan los sindicatos a los trabajadores en paro? ¿A dónde van a parar tantos millones de euros como reciben los sindicatos? ¿Por qué el Gobierno no vende las sedes sindicales de una vez? Que alguien dé respuestas.
No puede ser que el ciudadano pague los platos rotos de la crisis, mientras los sindicatos del Gobierno se mofan de la población. Ahora entenderemos por qué los madrileños apoyan en más de un 87%, según las encuestas, la desaparición de los sindicatos, la reforma de las leyes estatales y de las comunidades autónomas y la desaparición de los liberados sindicales.