Tráfico de influencias y maldición sindical.

Solo un dato más. Si un ciudadano o ciudadana recibe una ayuda del Gobierno o de un Ministerio, o bien es pequeña o la recibe de varias veces. Pero los sindicatos llenan el cazo de una sola vez. Las cantidades que les conceden se hacen efectivas en su totalidad, una vez concedidas. ¿Las exigencias? Pues muy sencillas, no hay más que reunir unos simples requisitos dentro de la lógica más aplastante. Nada del otro jueves. Vete al BOE y compruébalo. Por suerte, la maldición sindical solo afecta liberados, parásitos, vagos y malhechores, es decir, todo cuanto rodea al sindicalismo obrero de raíz marxista.

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