¡Váyase, señor Zapatero!
«Pone a España bajo tutela extranjera, incumple sus promesas, carga la crisis en los más débiles con medidas improvisadas y es incapaz de crear un sólo puesto de trabajo», (DIARIO LIBERAL).
Así presenta el citado diario digital la chapuza del presidente del Gobierno. Como siempre, Diario Liberal muestra una elegancia fuera de lo común y un saber hacer excelente. Su saber estar le lleva a plantear con elegancia y plena dignidad eso de: «¡Váyase, señor Zapatero!».
Nosotros, en nuestros blogs y en los diarios en los que colaboramos a diario, y desde nuestra plena independencia, no estamos obligados a mostrar las buenas artes y el buen hacer del que hace gala la prensa digital, por eso vamos al grano, aunque de otra forma. De ahí que r ecurramos al término: «¡Márchate, estúpido, que bastante daño has hecho y a!». Lo decimos y lo escribimos desde la dignidad, pero desde la falta de respeto al presidente más macarra, bandarra y chulesco de la era democrática.Y que nadie piense que son insultos, pues son adjetivos de nuestra riquísima lengua castellana.
Ayer decíamos en otro artículo, publicado en numerosos medios digitales, que «cuando los que mandan pierden la vergüenza, lo que obedecen pierden el respeto». Y nosotros estamos entre los que obedecen, como la mayoría, por eso hemos perdido el respeto a Zapatero, a su Gobierno, a su mediocre interpretación de la realidad y, en general, a todo cuanto le rodea.
Las medidas adoptadas por su Gobierno e impuestas desde fuera, ponen de manifiesto que estamos en el principio del fin de un ciclo lleno de mentiras, pródigo en engaños, abundante en apuestas trasnochadas y proclive a incitar a la genuflexión del Estado de Derecho ante el terrorismo, sin olvidar la colaboración pactada con el entorno terrorista vasco y con el mundo abertzale.
Las medidas adoptadas contra los funcionarios, los pensionistas y los sectores más necesitados — a quienes parece culparse del despilfarro y de la nefasta gestión del Gobierno — dan a entender la falta de planificación, la inexistencia de ética y la falta de sentido común de un Gobierno que llegó mintiendo, sentado en tren de cercanías, y amenazando al Gobierno saliente. Si a ello unimos que ha dilapidado la mejor herencia que pudo dejar un Gobierno, entonces nadie debe extrañarse del rechazo y el desprecio al que se ha hecho acreedor el Gobierno del gótico-esperpéntico, Rodríguez Zapatero.
En vez de eliminar las ayudas a los parados, los cientos de millones de euros que reciben a manos llenas los sindicatos, restringir el número de Ministerios (eliminando el de «Igual-Da»Educación y Cultura y el de Vivienda), unificar , eliminar la segunda y tercera vicepresidencias del Gobierno y prescindir de los doscientos setenta y dos altos cargos inútiles, resulta que ‘masacra‘ a los funcionarios (quienes reduciremos nuestro trabajo en la misma proporción que nos rebajen el sueldo), amenaza a los jubilados, ‘torpedea‘ la Ley de Dependencia y no crea ni un solo puesto de trabajo.
«Quien me escribió que me lea», dijo alguien, porque no entiendo nada de lo hecho por el patético sepulturero, señor Zapatero. No comprendo ni una sola de las medidas anunciadas el día doce y que, sin duda, serán ratificadas en el Consejo de Ministros del viernes. Un Consejo que se ha convertido en una peña de incompetentes para gobernar la nación y en un grupo dañino para el bienestar social, político y económico del país.
Yo, que soy muy respetuoso y en mi blog solo utilizo palabras gruesas cuando me refiero a terroristas, siempre le he llamado «nenaza» y «cagón».
Un abrazo.