Las esposas y madres de los prisioneros de las cárceles de Cuba, acudieron como cada domingo a misa en la Iglesia de Santa Rita, oeste de la capital, y cuando se disponían a su habitual caminata por la Quinta Avenida para reclamar la libertad de los presos políticos, cuando su paseo fue impedido por un grupos de partidarios del régimen cubano, impidieron por segundo domingo consecutivo una marcha de las «Damas de Blanco» en La Habana tras haberlas cercado y abucheado durante tres horas. «Laura Pollán, como usted no comunicó como se le había indicado que iba a realizar esta actividad, no hay marcha y tienen que retirarse», señaló el hombre dirigiéndose a la líder del grupo, a la salida del templo. Pollán respondió al agente de seguridad que iban a continuar con sus marchas porque no habían sido notificadas por escrito sobre la restricción de pedir permiso.
Tras la advertencia, unos 60 seguidores del régimen encabezado por Raúl Castro rodearon a las mujeres en la Quinta Avenida -cuyo tráfico fue paralizado por la Policía- y comenzaron a gritarles consignas revolucionarias e insultos, a los que las «Damas de Blanco«, premio Sajarov 2005, respondían coreando «libertad» y agitando sus gladiolos rosa. «Pin, pon, fuera. Abajo la gusanera», «no marcharán», «mercenarias», les gritaban. Bajo el fuerte sol, dos de las mujeres debieron abandonar el lugar en ambulancia por problemas de tensión y fatiga. Desde la acera, seguían los sucesos algunos diplomáticos de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana. Las mujeres, que intentaron romper el cerco, finalmente fueron obligadas a subirse a un autobús urbano para ir a sus casas.
Por lo que se observa, el régimen castrista le ha tomado miedo a unas señoras que lo único que hacen es darse un paseo semanal despues de misa y llamar la atención a los viandantes sobre el estado crítico de los presos políticos en Cuba, y todo ello ante la posible muerte, si alguien no lo remedia, de varios de ellos que llevan semanas en huelga de hambre, especialmente desde la muerte de Orlando Zapata y el ayuno que también mantiene el disidente Guillermo Fariñas hace más de 50 días.
Ante tal terror de los Castro, puede decirse que estamos ante los últimos estertores de una dictadura que ha provocado el terror y la ruina de los cubanos durante más de cincuenta años y cuenta con el apoyo económico que se da desde España, a través de diversas ONGs como Paz y Amistad y otras, que están succionando nuestros presupuestos, todo ello desde el advenimiento de Zapatero al poder.