Hay una cuestión de política exterior que Zapatero no parece entender. Y se lo hemos hecho saber por carta, tras la misiva recibida del hijo de un amigo que lucha en la guerra de Afganistán. Mientras que en Irak acudieron nuestros soldados en misión humanitaria y estuvieron a casi novecientos kilómetros del frente, en Afganistán “nos mandan a la guerra pura y dura, de donde no sabemos si podremos salir. No le importa al Gobierno ni nuestras familias ni nosotros”, nos decía.
La política de Zapatero es una política llena de incoherencias e ineficaz en el ámbito de los derechos humanos. A nadie puede sorprender que García Escudero acusara en el Senado al presidente del Gobierno de “complacencia con dictaduras como Cuba y Venezuela” y calificara como “vergonzoso“, “indignante” e “infamante” el comportamiento del Gobierno una vez conocido el auto de la Audiencia Nacional, donde se pone de manifiesto la evidente colaboración del ‘gorila rojo’ y su Gobierno con ETA y las FARC.
¡A ver si va a resultar que Rodríguez Zapatero conocía de antemano los sucesos del 11-M y la fabricación de pruebas falsas! ¿Apostamos? ¿Sabía que se iban a producir 200 asesinatos?