El Gobierno está dispuesto a complacer a los sindicatos hasta donde sea preciso. Reiteradamente se ha ‘bajado los pantalones’ y se ha puesto mirando a Cuenca sin importarle los intereses, réditos y despropósitos que eso acarrearía. “Lo mismo da que sean los COCOS que los OGETES” para ofrecerse a sus intereses. No solo pone la cama el Gobierno, sino que además “se deja dar”. Y de qué manera más vulgar y hortera lo hace.
Esa dejadez no sería problemática si no fuera porque el coste se nos pasa a los ciudadanos. Ellos abusan y pagan sus intereses y apoltronamiento, mientras que la ciudadanía trabaja para ver cómo el Gobierno dilapida la hucha que el PP le dejó repleta.
Estamos en un momento en el que vemos peligrar las pensiones y se dilapida el dinero del paro. En vez de recortar los períodos de pagos al parado, el Gobierno los amplía y los sindicatos lo apoyan, con lo que fomenta vagos, maleantes y apoltronados, en vez de una cultura del empleo y del bienestar. ¿Alguien se acuerda de la “Gandula”, más conocida como Ley de Vagos y Maleantes? Pues eso.