Castilla y León también se enfrenta al caso Gürtel
Juan Vicente Herrera pierde la confianza en Fernández Santiago, según sus colaboradores más cercanos.
El Partido Socialista de Castilla y León quiere aclarar cuanto antes cómo afecta a la comunidad el caso Gürtel, pero la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, pone todo tipo de impedimentos para que salgan los datos a la luz.
La última ocurrencia de la consejera ha sido que el PSOE repregunte y que cite el CIF de las empresas cuya información solicita. Poco a poco los datos cercan a altos cargos de Juan Vicente. De momento, el diputado por Segovia y ex presidente de la Junta de Castilla y León, Jesús Merino, está encausado y el Congreso de los Diputados ya ha concedido el suplicatorio.
Algunos cargos del entorno de Juan Vicente Herrera, presidente de la Junta de Castilla y León, hace tiempo que confunden prosperidad con deidad y eso es algo que no hay que mezclar jamás. «La prosperidad es sólo un instrumento que hay que usar, no una deidad para rendirle culto», en palabras de Calvin Coolidge.
Sea como fuere, el caso es que Herrera está muy preocupado y, aunque ayer hizo el paripé con el gesto de estrechar la mano al presidente de las Cortes castellano-leonesas, como si le diera su apoyo, cuando, en realidad, su confianza en Fernández Santiago –siempre según sus más cercanos colaboradores — es cada vez menor y más preocupante.
Sería penoso, muy penoso que, tras unos días de reposo de la noticia, Fernández Santiago acabara ‘cantando’ sobre el Gürtel. Entonces sí que nos acordaríamos del Refranero y de aquella máxima, según la cual «nosotros, perros de caza, hemos matado la liebre, dice el perrillo faldero».
Los nuevos datos hacen pensar que el final está más cerca y que antes del domingo se conocerán nuevos nombres en Castilla y León: unos ya alejados del poder y, otros, aún apoltronados y viviendo de sus malas acciones. Lo que demuestra que todavía quedan políticos de segunda división que pretenden poner a los ciudadanos ‘mirando a Cuenca’ una y otra vez, que es como querernos dar por el culo con premeditación, alevosía y mala fe.
