Hay verdades como puños en las declaraciones de la madre de Carlos Sáenz de Tejada, guardia civil asesinado hace unos días por la banda asesina etarra. Merece la pena leer con detenimiento la carta publicada en el Diario de Burgos. Esther María García, no solo ha tenido la entereza y honradez de agradecer el digno comportamiento de quienes han sentido el dolor por la muerte de su hijo, sino que ha dado un toque a los máximos responsables ministeriales de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, y por añadidura al propio Gobierno, de la necesidad de endurecer las penas a los terroristas y aportar medios para la seguridad de los acuartelamientos y de los propios miembros de la Guardia Civil y de la Policía.