Difícilmente volverán a recuperar los socialistas la confianza de la ciudadanía gallega. Y mucho menos el Bloque, al demostrar que lo primero eran sus intereses, por encima de los intereses de Galicia. Si a nadie se le ha ocurrido que el bloque debe desaparecer cuanto antes, desde aquí lo planteamos como necesidad y deseo. Galicia necesita gente capaz de avanzar con honradez y claridad de ideas. El bloque es pasado, retroceso, opresión y dictadura del odio. El Bloque nacionalista ha practicado la máxima de Dostoievski: “es muy fácil vivir haciendo el tonto”.
Cuestión bien distinta es cuanto afecta al Partido Socialista del País Vasco. El éxito no tiene precedentes y está ante una responsabilidad histórica para sacar a Euskadi del retraso y de la aspiración aldeana de partidos cavernícolas como los que abanderan el nacionalismo excluyente y la represión al disidente. Ocho puntos en votos y seis escaños son mucho subir. No creo que se lo merezca Pachi López, pero ahí está. Menos aún después de haberse ‘acostado’ con los ‘príncipes de la paz’ etarra y haber ninguneado al pueblo vasco desde el caserío “Txillarre”, de Elgoibar. Pero le damos una oportunidad.