Hoy nadie duda que estemos en la antesala de los cinco millones de parados. Ya estaríamos en ese número si Caldera no hubiera sacado del paro a cerca de quinientos mil parados, con la disculpa del concepto y la formación. Y es que, como es sabido, el denostado Jesús Caldera cambió los criterios para la consideración de parado, como tal.
Han sabido ser hábiles, sin importarles los perjuicios que acarreaban a la ciudadanía. De nuevo basan su actuación en la mentira, en la nula planificación y en la tergiversación. Incluso van más allá: niegan las evidencias, como acaba de hacer el presidente Rodríguez en televisión. A fuerza de repetir mentiras, muchos acaban creyéndoselas. La paranoia está cada vez más cerca del Gobierno de Rodríguez. Nos recuerdan al chiste del loro y el cura.