«Galicia Bilingüe» está demostrando un sentido común que para sí quisieran los radicales de la adulterada izquierda gallega. Frente a ese saber hacer del gallego honrado y trabajador, observamos al confundido mequetrefe que pretende convertir Galicia en tierra de luchas, grescas y represalias. El radialismo farfullero del Bloque, acompañado de los ‘tocapelotas‘ de aquel insensato ‘Nunca Más’, han fundido cuatro años de esperanza en esa bendita y admirada tierra. Han puesto grilletes a Galicia y puertas al campo.
Aún recordamos los gritos de los radicales durante la desgracia del «Prestige«. Cientos de españoles de buena fe, que acudieron a Galicia para ayudar, se vieron obligados a regresar a sus hogares ante la represión vulgar de socialistas radicales y vagos incontrolados. Sí, al grito de «Galicia para los gallegos», muchos volvieron a su casa defraudados y hartos de tanto estúpido del sentido común y de tanto catedráticos de la estupidez; pero no sin antes hacer la ‘peineta‘ a esas descontroladas e incontroladas bandas.
Querían tocar poder como fuera. Había que colocarse en la Xunta y vivir al calor de las subvenciones y así lo hicieron escritores de medio pelo, pintores emborronados y falsos poetas sin futuro. Pensaban que Galicia estaba en peligro y ha sido la coalición de esta última legislatura la que ha estado a punto de ‘cerrar Galicia’. Se lo han llevado crudo al grito de «¡Anxo, colócanos!». El radicalismo ha recibido subvenciones por verdaderas tonterías; el caso era obtener prebendas y ayudas. Unas ayudas que nunca hubieran recibidos los vagos, ni los desaprensivos, con un Gobierno digno y con el estilo de lo que representa el actual presidente, Feijóo.
Ahora, cuando han perdido el calor de las instituciones, vuelven a ‘joder la marrana’. Están deseando encontrar cualquier disculpa para demostrar su violencia contra España, contra Galicia y contra la ciudadanía. Ahí tienen lo sucedido en la manifestación nacionalista, donde decenas de ‘defenestrados‘ de la Xunta mostraron su odio y rencor a personas e instituciones. Los vándalos de ‘Nunca Más’ donde mejor están es en el olvido, por no decir lo que realmente sentimos contra tanto pánfilo en desbandada y tanta reliquia mortuoria.
La Mesa por la Normalización Lingüística deja mucho que desear. No podemos entender ese afán por controlar la libertad y amedrentar el deseo de los gallegos. Galicia merece dignidad; sí, la dignidad que siempre ha tenido. Ese radicalismo egoísta y xenófobo solo puede llevar al enfrentamiento, al odio y a la divisón.
El radicalismo gallego ha demostrado que se compone de simples palurdos ‘guerracivilistas‘ que vieron la luz, porque no estaba permitido el condón. En fin, como decía un insigne escritor gallego, hoy en Gloria Divina: «La culpa del retorcido radicalismo la tiene Francisco Franco, porque si hubiera permitido el preservativo, no hubiera nacido tanto hijo de puta».
Muy bueno el post, sobre todo el último párrafo, al que se le puede aplicar a ZP.
Tiene bemoles que los del Nunca mais, que lo crearon para sacar tajada del prestige, no atendiesen a lo que decían los marineros: que ganaban más de las ayudas del gobierno que haciendo su labor. Coño, no podían quejarse.
En cuanto al gallego, cómo es posible que los perdedores de las elecciones autonómicas exijan nada? Por qué Feijoó recula? No lo entiendo, por qué se hace caso a cuatro nacional-socialistas?