Como de costumbre, el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero llega tarde. Muchas de las medidas que ha anunciado en el debate sobre el Estado de la Nación están superadas y la escuela, por suerte y dignidad, hace tiempo que tiene cubiertas las necesidades que él apunta. Eso de la Escuela Virtual queda bien, pero punto, que no lo dé más vueltas; porque podemos reírnos de infinidad de situaciones esperpénticas que se dan hoy en muchos centros docentes.
La conexión inalámbrica a Internet es algo habitual en muchos centros de enseñanza de esta cuarteada España. En otros no es inalámbrica, pero hay conexión para todos los puestos de trabajo que, generalmente, están conectados en red, con la excepción de aquellos que albergan los datos del centro, alumnado, profesorado e inventarios que, lógicamente, tienen una especial protección. Lo de los ordenadores portátiles ya es otro cantar; aunque eso no soluciona muchos de los problemas que tiene planteados el sistema educativo actual.
¿Y qué decir de las pizarras digitales en las aulas? Pues, José Luis, también llega cuando ya las han dado y se está en los postres. No hay más que echar una mirada a las distintas comunidades autónomas y comprobar que los centros docentes han cambiado considerablemente y para mejor en los últimos diez años. Pero todo hay que decirlo: hay comunidades autónomas (caso de Castilla y León) donde no se atienden necesidades prioritarias del sistema educativo — como la inexistencia de biblioteca en muchísimos centros, falta de ordenadores, desperfectos de construcción, falta de profesorado,… – y, sin embargo, se envían a muchos centros pizarras digitales ‘viudas’, sin ordenador.
Transcurridos varios meses desde los envíos (seguimos hablando de Castilla-León), la viudedad de las pizarras sigue siendo un hecho. Hasta tal punto eso es así que algunos profesores, haciendo uso de su sentido del humor, proponen juntar varias pizarras digitales para hacer un panel y dividir en dos un aula inmensa. Con esto queremos decir que los medios no mejoran el sistema, si se dotan “sin ton ni son” y sin previa planificación o comunicación de la existencia de tal necesidad.
Ejemplos como el indicado ponen de manifiesto que no por dar un portátil a cada alumno o alumna se mejora el sistema. Las dotaciones materiales deben ir acompañadas y acompasadas de la formación del profesorado y de la existencia de un proyecto claro y preciso sobre utilización y aplicación de las tecnologías de la información y de la comunicación. Las medidas anunciadas por el presidente Rodríguez deben desarrollarse conjuntamente con propuestas más concretas y de mayor calado, si queremos profundizar en la calidad educativa y en la aspiración a la excelencia.
No nos engañemos. Todas las medidas encaminadas a mejorar y aumentar los recursos tecnológicos de los centros son bien recibidas y siempre atentamente escuchadas, pero hay otras inversiones que son más ansiadas en este momento y mucho más necesarias para la mejora del sistema educativo.
No debemos echar en saco roto otras medidas de mayor importancia en el sistema, como el Pacto por la Educación. Si ese pacto contiene medidas que tiendan a eliminar el fracaso escolar, así como a promocionar y desarrollar medidas encaminadas a la mejora de la formación profesional, habremos dado un importante paso de futuro y de presente. Eso sí es importante y requiere una puesta en práctica inmediata.
Pero no olvidemos que el citado Pacto por la Educación ya fue propuesto por el presidente del Ejecutivo y por el partido que le sustenta en el Gobierno y… ¡Ya ven los resultados! Hace casi siete años que se comprometió a ello, siendo una de las muchas mentiras a las que nos tiene acostumbrados el trilero, Rodríguez Zapatero.
Con respecto al tema de los portátiles te invito a leer la carta de la «primera niña» que ha recibido uno de esos ordenadores:
http://www.terceraopinion.net/2009/05/17/portatil-zapatero/
Un saludo.