Tanto engañar al personal durante meses para venir a reconocer que se les ha ido de la mano la crisis. Hoy nos encontramos con que el partido que sustenta al Gobierno habla de «una crisis de dimensiones brutales». Ha tenido que ‘atropellarles’ la recesión para que caigan del burro. Piden ayuda y no se les caen los anillos cuando dicen que es cosa de todos.
Naturalmente que es cosa de todos. Y precisamente por eso la ciudadanía ha seguido trabajando, al igual que lo han hecho los empresarios, mientras el Gobierno holgaba y se limitaba a negar la mayor. Tal holganza era aplaudida por los sindicatos de clase y demás secuaces que ejercitan el aplauso al Gobierno socialista, haga lo que haga: desde el burdo nombramiento de una ministra del sindicato de los ‘titiriteros‘ y del ‘clan de la ceja’, hasta su permanente contradicción en temas como la economía, el terrorismo, la industria o la educación, por poner unos pocos casos.