Se les ha dado cuerda y se sienten dueños del cotarro. El hecho de ‘no dar ni un palo al agua’ hace que tengan intactas las fuerzas para el insulto, la consigna irreverente y, muchas veces, la amenaza. Nos referimos a los sindicalistas liberados y a su burda actuación en la tribuna de invitados de la Asamblea de Madrid. Una actuación que se extiende a otros actos y que inutiliza a los sindicalistas como representantes de los trabajadores, convirtiéndoles en un claro sector de rechazo y desprecio para la ciudadanía.
Madrid absorbe a la mayor parte de la juventud con titulación universitaria de otras comunidades autónomas limítrofes, ante la falta de proyectos, las políticas de desconcierto y la dejadez de varios Gobiernos autónomos; tal es el caso de Castilla y León, La Rioja y buena parte de Castilla La Mancha. Ello pone de manifiesto que el Gobierno de Esperanza Aguirre trabaja con dedicación y perspectiva de futuro. “Madrid es la salvación de Castilla-León”, como se oye con frecuencia a algunos expertos en economía.