En este momento el Gobierno no puede aducir que crece el paro por la incorporación al mundo laboral de miles de trabajadores nuevos. Los más de ochocientos mil nuevos parados se deben, única y exclusivamente, a la destrucción de empleo puro y duro. Demasiado puro y excesivamente duro. Que se lo pregunten al millón de familias que han dejado de percibir ingresos.
Rodríguez Zapatero piensa que las cosas suceden como él las piensa y cuando a él le parece; pero la realidad es que España tiene un grave problema con Zapatero y sus inútiles ministros (también se considera inútiles a sus votantes, por su torpeza y ligereza), donde de día en día aumenta la pobreza de la ciudadanía, mientras desde el Gobierno se observa la situación con distancia, cierta mofa y sonrisa bobalicona añadida.