Lo que nos faltaba por escucharle. Ahora resulta que el señor Méndez, don Cándido, va dando consejos por ahí sobre cómo solucionar el paro, cuando ha sido incapaz de arrimar el hombro. En vez de censurar al Gobierno Rodríguez por su mala gestión y su nefasta política económica, se ha dedicado a criticar a Esperanza Aguirre. Confunde musas con misas y churras con merinas. Dispara con pólvora del rey, mientras se ‘columpia’ en los presupuestos generales del Estado. ¡Qué cara más dura!
Ya sabemos, señor Méndez, que las cifras del paro del primer trimestre del año “son fatídicas”. ¿A quién va a echar ahora las culpas de ello? Ya no está George Bush, por lo que no le puede culpar. Ya no está Aznar, y tampoco es culpable. Ni son culpables los empresarios, ni lo es la situación en sí misma, y tampoco el lucero del alba., aunque esté a la vista. La culpa está en su partido, en el PSOE y en su falta de medidas apropiadas, además de en el relax vacacional que han adoptado Gobierno y sindicatos de clase, negando las evidencias.