Prevaricación en Galicia
A la Xunta de Galicia, que ha presidido hasta hace unos días el socialista Pérez Touriño, le ha faltado tiempo para acogerse a lo que llaman “limitación presupuestaria” y a la disposición adicional vigesimoquinta de la Ley Orgánica de Educación (LOE). Detrás de esas dos disculpas se encierra una forma de actuar que capitalizan las comunidades autónomas socialistas.
La cuestión es que mediante resolución – y que nadie dude que, también, mediante prevaricación — han retirado la subvención a varios colegios concertados de Galicia, lo que afecta a cerca de tres mil alumnos. Con ello han seguido la estela de otras comunidades, donde los socialistas utilizan a su antojo los presupuestos comunitarios. Dichos colegios aplican el modelo de educación diferenciada (separada por sexos). Tal modelo no da derecho a un Gobierno en funciones, como era el de Pérez Touriño, a retirar el sustento económico del concierto a cinco centros. También tienen derecho a subvención según la LOE.
Sin duda estamos ante una forma de persecución a determinados centros concertados, haciendo una interpretación torticera de la aludida disposición adicional de la LOE. Es un hecho que la ley que rige nuestro sistema educativo no prohíbe subvencionar la enseñanza diferenciada. Además, si la memoria no me falla, hay sentencias al respecto del Tribunal Supremo. En pocas palabras: la directora general de Innovación Educativa del equipo de Pérez Touriño ha actuado de mala fe y, sin duda, haciendo uso de una clara prevaricación. Va a ser cierto lo que decía don Pío Baroja: “la vida es esto: crueldad, ingratitud, inconsciencia, desdén de la fuerza por la debilidad”.
La directora general se ha cubierto de ‘gloria miserable’. Si bien es cierto que siempre cabe la posibilidad de alegaciones por parte de los afectados, hay dos hechos evidentes: por una parte, recibe la patata caliente el nuevo consejero de Educación del Gobierno de Núñez Feijóo y, por otra, la medida de mala fe atenta contra la libertad de elección de centro y del tipo de educación que los padres desean para sus hijos. La libertad es un derecho constitucional y parece que es lo que ofende a las huestes socialistas; se les llena la fuerza de conceptos grandilocuentes y, en la práctica, pierden la fuerza como la gaseosa destapada.
La referida disposición adicional de la LOE fomenta la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, pero no insta a dejar de subvencionar la libertad de elección de centro, ni la libertad de elección del tipo de enseñanza. “…los centros que desarrollen el principio de coeducación en todas las etapas educativas, serán objeto de atención preferente y prioritaria en la aplicación de las previsiones recogidas en la presente ley (LOE), sin perjuicio de lo dispuesto en los convenios internacionales suscritos por España”. Una cosa es “preferente y prioritaria” y otra bien distinta es “exclusiva”. ¿Es que no sabe leer la directora general de Innovación Educativa de Galicia? ¿O no lo entiende? No es entendible ese analfabetismo funcional de la directora general.
En Galicia, y en educación concretamente, se han reducido los presupuestos destinados a la concertada en la misma cantidad que suman los conciertos retirados. El PSG llegó al poder dando patadas a la democracia y se marcha ‘choriceando’ a los centros concertados. Ni Pérez Touriño, ni su directora general de Innovación (Pérez Mariño) parecen haber entendido que “la gloria es un veneno que hay que tomar en pequeñas dosis”
Finalmente, y respecto a lo que el extinto Gobierno socialista de Pérez Touriño llama “limitación económica”, se conoce que lo ha descubierto ahora, justo en el momento en que dejan el despacho presidencial y el paraíso de la alfombra. De todos es conocida la afición de Touriño por el lujo, los absurdos caprichos pagados con dinero público, el despilfarro continuado de su gestión y las prebendas a asociaciones y entidades de su mismo color ideológico. Cuestiones, todas ellas, extendibles al nacionalismo gallego que le ha acompañado y jaleado durante estos últimos cuatro años.