El PNV pierde la cosecha de nueces

Otra rabada de Josu Erkorera, portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados. Ha demostrado estar tan nervioso como el resto de su partido. Ni Erkorera ni el PNV saben vivir estos días sin mencionar al PP y al PSE. El nacionalismo vasco se creía intocable e invulnerable desde que aprendió a apoyar a ETA, a la vez que escondía la mano y guardaba la ropa.

Ha llegado un momento en que el juego se les ha terminado. Van a dejar la mamandurria y eso duele. Saben que hace frío en la intemperie del poder. Han llegado a confundir lo público con lo privado; desde el PNV han menospreciado a las víctimas y venerado a ETA; se han olvidado de la decencia y han apoyado la oscura intriga; han acercado posturas con la banda y con todas sus organizaciones afines. El fin no podía ser otro.

¿Qué creían que iban a encontrar? Pues sencillamente lo que han encontrado. Posiblemente una de las cuestiones más positivas del abandono del poder por parte del PNV sea la gran cantidad de dinero que se ahorran las arcas públicas, al no tener que pagar a todo un ejército de guardaespaldas. El PNV no precisa ni merece protección. Y no la precisa ni merece porque ha apoyado muchas de  las tesis de ETA, lo que le convierte en amigo y nunca en enemigo.

Erkoreka, muerto de miedo y de envidia, ha pedido que les «aproveche el banquete» a los partidos pactantes; no obstante, desea que se les indigeste. Josu sabe que el PNV ha ido de banquete en banquete y duele perderlo. Parece que está quemando sus últimos cartuchos, al intentar arrojar dardos al PSOE, como en un intento de pretender una vuelta a la mamandurria que ha regentado y dirigido el nacionalismo vasco.

Toda su actitud enrabietada la vierte Josu Erkoreka en su afirmación respecto a que “la pieza de caza no es ni el PNV ni Ibarretxe, por mucha rabia que nos tengan, sino Rodríguez Zapatero y Madrid, y por ello, cuando le interese, empezará a dificultar las cosas a Pachi López. El pobre diputado no da para más. El cuchicheo es su proyectil, la torpeza es su arma y el odio su válvula de escape.

No quiere el diputado nacional español que Pachi López toque poder sin antes recomendar al PP que ponga las cosas claras. Algo así como decir que no debe fiarse de quienes negociaban con ETA, mientras decían al pueblo que no lo hacían. “Si tiene que pactar con el PSE, que se lo haga pagar en efectivo, que no se fíe, porque igual no cobra. Lo digo por experiencia porque el PNV tiene un buen listado de casos”.

Josu Erkoreka solo busca el enfrentamiento. Demuestra ser un simple mandado, a la vez que un mal político y un peor compañero de viaje. George Clemenceau decía que «la vida es un espectáculo magnífico, pero tenemos malos asientos y no entendemos lo que estamos presenciando». Eso mismo le sucede al diputado Erkoreka.

El PNV va a perder la cosecha de nueces. Sí hay una forma de seguir cogiéndolas, pero no será este analista quien dé pistas al PNVETA seguirá moviendo el árbol, salvo que PSE y PP afiancen su alianza contra el terrorismo. Del Partido Popular nadie lo pone en duda, pero del PSE es difícil fiarse, al tener en sus filas a Chuchi Eguiguren. Que nadie piense que el zorro va a estar quieto en el gallinero. Al tiempo.

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