Solución a los problemas del sistema educativo.
Acaba de hacerse público un estudio de la Fundación Instituto de Empresa que revela el pesimismo de los docentes con respecto a la evolución del sistema educativo, y cuyas conclusiones generales vienen a unirse al estudio que presentó la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) el pasado mes de julio o al del Instituto Idea del mes de octubre, así como a los estudios internacionales. Todos ellos – incluido el del Observatorio Estatal para la Convivencia Escolar aún no publicado- describen con realismo los problemas del sistema educativo.
Para ANPE el diagnóstico está ya más que hecho y es imprescindible que las administraciones educativas tomen medidas urgentes y que la sociedad entera sea capaz de comprometerse con la mejora de la educación.
Consideramos que ya son medidas urgentes:
* Un pacto de Estado que contemple la vertebración del sistema educativo, su estructura, la financiación de la enseñanza, el desarrollo profesional de los docentes, el funcionamiento de los centros, y la coordinación y cooperación entre todas las administraciones educativas en asuntos tan relevantes como la integración del alumnado inmigrante y las medidas contra el fracaso escolar. La educación debe ser un asunto de Estado y no de partido o de territorio. Es imprescindible garantizar una cohesión real del sistema educativo que impida la fragmentación en subsistemas y la utilización de lo educativo como arma de confrontación política.
* Un cambio de modelo pedagógico. Los bajos resultados de nuestros estudiantes exigen que desechemos lo que se ha demostrado poco válido. Mientras se mantenga la configuración de la Secundaria y el Bachillerato LOGSE y no se prestigie como merece la Formación Profesional, la verdadera reforma educativa seguirá pendiente. Es preciso un cambio hacia parámetros de calidad basados en la valoración del conocimiento, la exigencia en el aprendizaje, la evaluación rigurosa y el esfuerzo para obtener lo mejor de cada alumno.
* El reconocimiento y valoración del profesorado. Son prioritarios un Estatuto Docente que contemple el desarrollo de una auténtica carrera profesional, y todos los pasos que dignifiquen la figura del profesor y le devuelvan su valoración social.
* Una reflexión social sobre la trascendencia de la educación. Esto implica necesariamente la asunción por parte de las familias de sus propias responsabilidades educativas y una reflexión de los medios de comunicación sobre la repercusión de los modelos que presentan.
La educación, que es el verdadero indicador de la marcha de una sociedad y la única garantía para superar las crisis, no puede permanecer anclada en los mismos errores. Los problemas del sistema educativo no pueden convertirse en costumbres. Desde ANPE creemos que la sociedad entera debe formar parte de esta reflexión y los políticos deben ofrecer ya respuestas concretas a uno de los problemas más graves en el presente y ante el futuro.
ANPE, secretaría de Comunicación, 1 de marzo de 2009
