En comunidades como Castilla y León es mdifícil hacer frente a la competencia internacional, dado el desfase de la formación profesional con respecto a otras comunidades y a los países de nuestro entorno. Cada vez más los programas que se planifican van a la cola de las necesidades y las tres modalidades de FP están descoordinadas. Prueba de ello es que el paro crece y crece como el desgaste de las pilas Duracel, aunque desde la dirección general de FP se sigan aportando los mismo datos que en el año 2001.
Uno de los factores más problemáticos ha sido el mantenimiento del director general durante casi doce años, lo que demuestra que el presidente de la comunidad no llega a donde debería y sus ‘huestes’ le siguen engañando. Lo mismo da que sea en educación, agricultura, fomento, cultura o hacienda. En este caso no podemos decir que la constancia sea el fondo del acierto, como decía Balzac.