Comprobamos a diario que quien menos ahorra es el Gobierno. Quien más derrocha es el Gobierno y quien peor planifica es el Gobierno. Pero no se siente responsable.
Han hecho de España el cuento de la lechera y resulta que ni había cántaro, ni leche ni lechera. Que se lo digan a nuestro buen amigo y empresario, Germán Redondo, quien después de mucho reflexionar, y muy a su pesar, ha decidido despedir a los trabajadores de su empresa, porque no hay pedidos y porque se siente desprotegido por el Gobierno y desamparado por los bancos y cajas de ahorros.
Ayer pudo comprobar en el banco de siempre que ni a la banca ni al Gobierno le importan los trabajadores lo más mínimo. Se ha cansado de esperar y de trabajar para todos.
A partir del uno de febrero va a ganar menos, porque producirá menos, pero va a ser un poco más feliz y va a tener menos preocupaciones. ¿Y por qué va a tener que cargar Germán con los trabajadores? Que cargue el Gobierno de Zapatero, que para eso nos ha llevado a este callejón de difícil salida.
Total…veintidós parados más no es nada. Pues… eso… ¡a la calle hasta que lleguen tiempos mejores! Es la política que están siguiendo las pequeñas y medianas empresas en todo el país. Lo dicho: a observar y a esperar. Ha escampado siempre que ha llovido.