«Los irresponsables que metieron a ETA en las instituciones duermen a pierna suelta; estén en Doñana o en La Castellana»
No podemos dejar de prestar atención a sus palabras. Ha vivido y sigue viviendo la realidad del terrrorismo. No se ‘arruga’ ante los violentos y llama a las cosas por su nombre.
El terrorismo es terrorismo siempre, sin apellidos. Ya no vale la condena, que es lo que hacen los políticos al uso. Hace tiempo que llegó el momento de actuar, aunque solo actuemos la sociedad civil, mientras los políticos de las distintas formaciones se esconden, acobardados, temerosos del tiro en la nuca o el coche bomba. Prefieren la tranquilidad y seguir disfrutando de sus desorbitados sueldos y cientos de prebendas. Digamos que son cobardes, sin más.
Mientras senadores y diputados duermen a pata suelta, muchos ciudadanos tenemos que aguantar el tipo como podemos. ¿Ventajas? Solo una: podemos mirar a los ojos a la mayoría de los políticos españoles y decirles a la cara: cobardes, mamones, miserables, trapaceros, estúpidos… Y si me apuran, una expresión mucho más gorda de la que los españoles echamos mano cuando nos calientan los casos.
Habla Rosa Díez, líder de UPyD, arreadora de miserables terroristas y cagones socialistas. ¡Escúchala con atención! No es necesario que te pongas en posición de firmes.
Siempre he pensado que las condenas de los políticos son una soberana estupidez, además de no servir de nada ya no cuela.
Saludos
Cierto, amigo Julio. Las condenas de los políticos son lo que siempre hemos visto, a la vez que muy pocas acciones.
Muchas veces me acuerdo de las condenas del PNV el día de cada atentado y, no más lejos del día siguiente, llevaban de nuevo la burra al trigo. Razón tienes.
¡¡Cuántas veces pudieron cargarse de razones y, sin embargo, dejaron escapar la oportunidad!! A pesar de lo que se me ha criticado e insultado por emparentar al PNV y a ETA, sigo pensando que son primos carnales, aunque a veces se nieguen la palabra. Su origen es el mismo, su problema también. ¿Su diferencia? Pues simplemente un punto más de radicalidad en la casilla de la banda asesina ETA.