Acaba de aterrizar en el puente de mando del Partido Popular y ya le han autorizado a ir por provincias a predicar. Siempre nos dijeron que era una gran trabajadora, pero que le faltaban tablas en política. Esta vez ha demostrado que estaba en claro fuera de juego en muchas de sus afirmaciones sobre castilla y león, educación, agricultura y tecnología, sobre todo.
Hace unos días, un compañero suyo de partido y parlamentario ‘cero’ en el Congreso de los Diputados, nos decía que actualmente atiende a medias sus labores en el partido, no llega a sus obligaciones en el Parlamento, desatiende al PP de Castilla La Mancha y, lo que es más grave, no disimula sus celos de Soraya Sáenz de Santamaría.
Como suele ser habitual en ella ha vuelto a meter la pata hasta el corvejón en Castilla y León. Ha acudido al congreso ‘popular’ de Castilla y León, como quien va a la fiesta del “Lunes de Aguas”. No ha preparado sus palabras y se ha vuelto a estrellar. Hacia el techo miraban los congresistas, como si no hubieran escuchado nada. Miraban al tendido, nos decía nuestro congresista, como no queriendo ver la realidad que estaban viviendo.
Según De Cospedal, el trabajo del Partido Popular en Castilla y León y de Juan Vicente Herrera, en particular, debe ser motivo de orgullo por sus éxitos alcanzados en lo que se refiere a Educación, Agricultura y nuevas tecnologías. ¿Pero de qué habla?, decían los asistentes. No sabemos de qué guindo se ha caído la señorita, De Cospedal; pero estamos seguros que ha sido de un guindo muy lejano y envejecido. A esta mujer intentaron enseñarle a hacer gorros y solo aprendió a hacer capirotes.
En palabras de De Cospedal, Juan Vicente tiene que tener orgullo por generar confianza entre los ciudadanos “y no por contar con 650 asesores en Moncloa». La han tomado con la inutilidad del presidente Rodríguez; una cosa es que esa inutilidad sea cierta y reconocida y, otra bien distinta, es que se lo estén recordando continuamente.
De Cospedal acudió al congreso ‘popular’ a predicar y damos fe que predicó mal y con desgana. Su faena fue de simple aliño, consciente de que el Partido Popular es un partido roto a nivel nacional, sin líder y con un futuro muy oscuro. La parlamentaria De Cospedal no ha sabido recoger el conocimiento que siempre está despierto y alerta en todas partes; ha debido pensar que duerme y ronca en las bibliotecas.