Montse Nebrera, vencedora moral del Congreso

Un congreso lleno de trampas por parte de Génova, con el consentimiento de Mariano Rajoy para aupar a la presidencia a Alicia Sánchez Camacho.

El PP se cubre de desprecio. No ha aprendido: sigue luchando Mariano contra Rajoy. De pena

Montserrat Nebrera sale a hombros del Congreso del PP, al estilo José Tomás

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Nebrera, vencedora moral del congreso

Una cosa es lo que dice Mariano y otra lo que defiende Rajoy. Hasta el ‘incendiario’ del PSOE, José Blanco, ‘Pepiño’ para la ciudadanía, ha dicho algo parecido sobre el cónclave del PP celebrado en Valencia. Y esta vez no se equivoca: “a veces no se sabe si Mariano piensa lo mismo que Rajoy”

La aguda crisis del Partido Popular — que aún no se ha cerrado como quieren hacernos ver — ha hecho que en su seno se haya instalado la desconfianza, el recelo y el grito de la voz de mando “manu militari”. No hay más que preguntar a Montserrat Nebrera y comprobar las zancadillas que está recibiendo por parte de su propio partido. Lo mejor de Montse es que es una reconocida luchadora y no da por perdida ni una partida de canicas. Resurgirá sobre las cenizas en que se le ha intentado convertir, cual Ave Fénix. “Nebrera no se va a rajar”, ha dicho, citándose en tercera persona.

“No hay precio posible ni cargo que me puedan dar para renunciar, como han hecho los otros a su candidatura”, refiriéndose a Alberto Fernández y Daniel Sirera. Es digna de reconocimiento su actitud y también su recelo. Ese reconocimiento se ha visto plasmado en la salida a hombros del congreso, cual José Tomás o Curro Romero en sus mejores tardes.

Montserrat Nebrera ha sido la vencedora moral del congreso. Frente a ella, Ana Mato ha recogido las miserias del seguidismo y de la adoración al jefe, así como Alicia Sánchez Camacho ha pasado más vergüenza que Pepe Blanco en la procesión del Corpus.

En Cataluña hay fuerte malestar por la imposición de la candidatura de Alicia Sánchez, según me comentaba esta mañana un ‘pepero’ confeso, notario de Profesión. Y no precisamente el notario que Nebrera lleva al congreso para protocolizar sus avales. Se ha pagado a Alicia su contribución para apartar del PP a la ínclita y admirada María San Gil

A Mariano Rajoy se la han vuelto a jugar sus asesores más próximos. Se ha visto obligado a imponer a Camacho, regatear con Fernández y Sirera y echarse a la espalda la opinión de la afiliación catalana. Apenas han pasado unos días desde el congreso de Valencia y ya se ha bajado del burro, quedando como Cagancho en las Ventas; solo que ahora no hay tantas almohadillas en el ruedo, pero las habrá con el tiempo.

Mariano contradice a Rajoy. Sus palabras de democracia e igualdad se las ha llevado el viento al primer soplo. Ha dado argumentos a ‘Pepiño’. Ahora el payaso acabará riéndose del niño y el bebé morderá al perro. No nos cansaremos de repetirlo: con Rajoy el PP no va a llegar a ninguna parte importante y sí al precipicio.

Creo que una gran mayoría damos por hecho que el congreso catalán del PP no es un congreso limpio, como no lo fue el de Valencia. No hablamos de indicios, sino de una evidente manipulación, un claro abuso desde Génova y un atropello consciente de Rajoy. Las sospechas y sucios juegos de artificio han salido a la superficie.

Si tras las elecciones Rajoy carecía de todo crédito, ahora recaen también sobre él la sospecha y el desprecio. Una parte importante de la afiliación no entiende la imposición de la candidatura oficialista en la persona de Alicia Sánchez Camacho, como tampoco entienden muchos compromisarios que se les haya pedido el aval por las bravas, con argucias y amenazas. Y eso, señores, a corto plazo siempre pasa factura.

A Sánchez Camacho le van a torear desde Génova; para eso le han proporcionado la mayoría de los avales precisos. Su pago será un alto rédito y un no menor coste. Acabará haciendo lo mismo que los ‘peperos’ de Castilla y León ante Génova, Rajoy y cualquier tipo de jerarquía establecida: se bajan los pantalones, se ponen mirando a Cuenca y a esperar que les den. A la vista está.

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