Desde mi punto de vista no tiene sentido que María San Gil continúe en el Partido Popular. Mariano Rajoy ha querido borrar la memoria de Gregorio Ordóñez. Alguien debió decirle a Mariano que María San Gil aún mantiene viva la luz de aquel hombre empeñado en recuperar la libertad con mayúsculas y en trabajar por el bienestar del pueblo vasco. No hay duda que — conocidos los sacrificios, empeños y riesgos de gente comprometida como Gregorio Ordóñez – los actuales trepas y estúpidos ventajistas como José María Lassalle y Juan Manuel Soria serían candidatos a un sopapo por ridiculizar a quien más ha luchado y aguantado contra el terrorismo.