Para echarse a reír y contagiar al vecindario. “Magdalena Álvarez es una buena ministra”, ha dicho el bachiller ‘Pepiño’ Blanco, don José. A este deslucido gallego ‘se le ha ido la olla’ en la elaboración de los judiones de La Granja segoviana, y no precisamente la olla del guiso. El caso es llevar la contraria a la realidad diaria y al sentido común. Y, como no podía ser de otra forma, aprovechó para hablar de lo que desconoce, a recordar a Rajoy y a aludir a Gallardón.
El circo particular del bachiller ‘Pepiño’ ha iniciado su andadura y no cerrará hasta pasadas las elecciones generales. Su obsesión con la oposición le lleva a no guardar la escopeta de decir tonterías ni el tirachinas de insultar ni la honda de buscar “fachas” y “aguiluchos” por doquier ni el honcejo de castigar a disidentes socialistas. Eso si, que nadie le recuerde el caso Ibiza ni le mencione a Miguel Sebastián, porque le llama de todo menos por su nombre.
“Son desproporcionadas las críticas del PP” a Maleni, según el secretario de Organización socialista. Se supone que ha querido decir que se ha criticado poco a la señora ministra por su ineficacia y reiterada incompetencia, porque si su intención ha sido la contraria sería muy preocupante o habría querido decir que Cataluña se merece los apagones, el caos y los permanentes retrasos, así como el resto de comunidades autónomas el abandono y la dejadez que sufren. Tampoco queremos pensar que el bachiller ‘Pepiño’ esté de acuerdo con los insultos que Maleni repartió a la población gallega.
Mientras habla de oídas el bachiller ‘Pepiño’, Maleni ‘enseña las uñas’ y las acompaña con su media lengua, lo que hace que no se le entienda la mitad de lo que balbucea. Hay que reconocer que eso es también una suerte para el receptor. Utiliza un mecanismo de compensación para ocultar su reconocida y difundida ineficacia; de ahí que repita incesantemente que le alienta el hecho de que el Partido Popular reitere la petición de cese fulminante. Según la ministra Maleni, “su acertada gestión perjudica al PP”. Y lo ha dicho sin sonrojarse. ¡Qué nivel, Maribel!
La relación de Maleni Álvarez con las comunidades autónomas en estos tres últimos años es para echarse a temblar o para correrla a gorrazos. Y por si no era suficiente, dice que la tenacidad del todavía partido de Mariano Rajoy es debida a que ella está acertando en su gestión y eso no le conviene al PP. ¿Lo cree así la ministra Maleni? Pues que se lo pregunten al Gobierno portugués.
Hasta Portugal ha llegado la fama de chapucera, arisca y mentirosa de doña Maleni. Incluso el primero y tercero de los adjetivos se los aplican también los portugueses al Gobierno Rodríguez. No hay duda que el enlace por carretera entre Zamora y Braganza pone de manifiesto que la ministra Maleni y el Gobierno al que pertenece no han hecho correctamente lo acordado. ¡No han hecho los deberes! Portugal ha dado una lección de eficacia. Justo lo que necesita doña Maleni. Pero ¿a que no saben a quién ha echado la culpa?
El problema de fondo está en que el Gobierno Rodríguez ha vivido de las rentas durante estos años, empujado por un viento económico favorable y las arcas llenas que recibió. Pensaba que duraría eternamente. No obstante, como la ‘oveja negra’ de una familia, lo ha dilapidado todo; se ha granjeado mala fama en el exterior; ha trabajado para la inútil galería; ha conseguido rodearse de negativas influencias, como Evo, Fidel o Chavez; carece de valores sólidos y cuanto ha pretendido organizar lo ha convertido en un problema innecesario: negociaciones, acuerdos, pactos, compromisos,… Hoy es la ministra Maleni quien hace ondear la bandera de su ineficacia; pero la semana pasada fue Mercedes Gallizo; ayer fue Chelo Rumí; anteayer Chuchi Caldera; mañana… Pero siempre habrá un ‘Pepiño’ dispuesto a atar una soga al caldero que se hunde.