¿Quién se puede creer que ETA pretende allanar el camino al presidente Rodríguez? ¿De dónde ha salido esa información sobre la presunta entrega simbólica de armas por parte de la banda? No me lo creo. Sería el colmo del engaño y de la degradación por parte del presidente. Cuando deba hacerse, que sea real, con luz y taquígrafos. Entrega de armas, rendición y al trullo, pero a cumplir íntegras las penas. Si Rodríguez hace un guiño así a los terroristas, con premeditación teatral incluida, entonces sí que pensarían muchos españoles que lo del 11-M lo sabían algunos que hoy están en los aledaños del Gobierno o en el propio Gobierno. Quiero pensar que es una simple intoxicación periodística. Nadie de mis contactos en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado lo ha podido confirmar. Y hasta ahora nunca fallaron.
Que ETA tiene muchas armas lo sabemos todos. ¿Quién no recuerda el robo de más de 300 pistolas en el sur de Francia, en vísperas de su bautismo europeo, auspiciado y apadrinado por Rodríguez? Coincide casi en el tiempo con las declaraciones de Joan Mesquida, aludiendo a que ETA no se estaba rearmando. Sí, es cuando nos hizo pensar que en los zulos la banda enterraba mazapanes, guirnaldas y bombillas de colores.
Tampoco me creo que ETA pretenda compensar al presidente Rodríguez por la medida adoptada para con De Juana Chaos. ¿Tiene ETA alguna intención o algún interés por apuntalar al Gobierno de Rodríguez? Pues según el Grupo Intereconomía, sí. Se trataría de recuperar la credibilidad de Rodríguez y su Gobierno, hoy bajo mínimos; máxime, después de los efectos devastadores que ha supuesto para el PSOE el clamoroso éxito de la manifestación del 10 de marzo.
Para muchos ciudadanos es difícil que Rodríguez caiga más bajo. Me cuesta creer – y de hecho no lo creo aún – que el presidente haya reclamado a la banda un gesto de buena voluntad, amistad, concordia y vecindad. Siempre según el Grupo indicado: “Se trata de una operación de imagen que no disminuye la capacidad destructiva y operativa de la banda terrorista ETA, que en la actualidad cuenta con 5 toneladas de diversos explosivos, decenas de armas automáticas, lanzagranadas y material electrónico de avanzada tecnología”.
Da miedo pensar que se pueda estar jugando y maltratando a la ciudadanía, en virtud de sabe Dios qué oscuros y pintorescos intereses. ¿Quién creería a ETA si ofreciera otra tregua-trampa, calificada como indefinida? ¿Quién se creería el compromiso de ETA de parar la violencia callejera y la extorsión? Tras todas estas preguntas hay muchas más. Varias de ellas ponen los pelos de punta. Hay que recordar que ETA no da puntada sin hilo. Rosa Díez lo ha explicado en numerosas ocasiones. ¿Qué pediría a cambio ETA a Rodríguez? Algún apunte: presos, legalización de Batasuna, Navarra, un marco legal para el mundillo abertzale, deuda histórica, garantías de Estado para Euskal Herria, autodeterminación, salida urgente de Policía y Guardia Civil de Vascongadas, entre otros. Rodríguez no sabe que la Guardia Civil ‘por coger al que no es, acaba cogiendo al que es’.
A Rodríguez no le llega la camisa al cuello. Sabe que es sospechoso. ¿Se lo explicará algún día a la madre de Joseba Pagazaurtundúa? ¿Por qué nunca ha sido capaz de mirar a Maite a los ojos? Ya no le sirve la retórica sobre su abuelo. El tiempo se le acaba. Las elecciones le atenazan. Genera rechazo por donde va. Tiene menos credibilidad que Pérez Rubalcaba explicando la bondad de los GAL y la inexistencia de las cloacas del Estado. Termino el artículo y sigo sin creerlo.