Archivo diario: 2 febrero, 2007

El 'topo' olvidado

jesus2.JPG Jesús Salamanca Alonso

Hace unos años, contrastando fuentes orales en el ámbito rural, pude conocer y comprobar ‘in situ’ las secuelas de la penuria de un maestro nacional tras los sucesos de 1936. Reflejaban cierta amargura sus palabras, consciente de haberse sentido calumniado y perseguido como resultado de las envidias e injurias contra él levantadas. Con razón Francisco Umbral escribió que «las guerras son beneficiosas a condición de no hacerlas». Siento considerablemente que la futura ley de la Memoria Histórica no pueda tener en cuenta a tantas y tantas personas que como Santiago Marcos Marcos sufrieron la injusticia histórica y la envidia ajena.

Cuando nos conocimos aún vivía en el Coto de Solaviña, a pocos kilómetros de Roales de Campos. Ni siquiera Jesús Torbado y Manuel Leguineche hacen mención de él en su investiga­ción sobre los llamados «Topos». En mayo se cumplirán once años de su defunción. “El topo de Roales”, como se le conocía en la zona, falleció a los 93 años y fue enterrado “sin curas ni sacristanes”. Aunque él nunca me lo dijo, supe por la prensa, con motivo de su fallecimiento, que algunos años antes había mandado construir su tumba, con una lápida presidida por una estrella de cinco puntas y la hoz y el martillo. En la lápida mandó imprimir el autoepitafio que él ideó para su eterno descanso:

“Se intentó despacharme, y casi atrapado, / me escurrí del fuego y el terror marcial, / lo que fue un difícil logro inusitado. / ¿Seré en el futuro otra vez calumniado / aún debajo de este mármol sepulcral?”

En los años anteriores a su penosa experiencia ejerció como maestro nacional. No militó en ningún partido político durante la Segunda República, tampoco asistió a manifestaciones, ni intervino en actos vandálicos ni de revuelta. Así se puso de manifiesto cuando se vio obligado a abandonar su último escondrijo y, más concretamente, en la declaración solicitada a las autoridades locales en 1958: «…las acusaciones vertidas contra él fueron simplemente por envidias y nada más».

Permaneció oculto durante veintidós años: desde 1936 hasta 1958. Nadie supo, durante los veintidós años que permaneció «enterrado en vida», en qué lugar se encontraba, excepto sus hermanos. Sólo con ellos tuvo contacto. Tres veces cambió de lugar: primero estuvo escondido en un pajar, después en un silo y, por último, en una bodega de diez metros cuadrado de superficie. Continuamente ‘circularon’ comentarios y se hicieron cábalas sobre su posible paradero; incluso, uno de sus hermanos extendió rumores diversos para que en el pueblo se olvidaran de él.


Durante buena parte de su obligado cautiverio permaneció informado de sucesos y detenciones por la lectura atrasada del diario ABC que le hacían llegar sus hermanos. No fue ajeno a la publicación de diversas amnistías; no obstante, nunca creyó en ellas. Únicamente se decidió a salir como consecuencia de un fortuito accidente: se rompió un brazo al caer por unas escaleras y – ante el temor a una posible gangrena – optó por abandonar en 1958 la que había sido su «sepultura en vida». No recibió mal trato en ese momento, aunque las autoridades dudaron entre encarcelarle o no. «Quedamos detenidos todos… hasta que se aclaró el asunto. El mismo Franco tuvo noticia de mi aparición. Mandaron aquí un documento con el que no pude quedarme, porque lo trajo el juez. Lo firmé y se lo llevaron».

Una vez recuperado del brazo decidió viajar a París con intención de quedarse allí a trabajar. Tuvo ocasión de entrevistarse con don Félix Gordón Ordáx, que en ese momento era la ‘mano derecha’ de Martínez Barrio, al igual que éste lo había sido – en su día – del líder radical Alejandro Lerroux. Llevaba una carta de recomendación de un traductor de idiomas del Palacio de Ginebra, pero de nada le sirvió. Todos los exiliados que conoció en París le dijeron que había equivocado el viaje y que donde debió dirigirse era a Méjico. Santiago Marcos, el topo de Roales, iba dispuesto a trabajar en cualquier cosa, pero pronto desconfió de encontrar trabajo y decidió regresar a España, a pesar de que le aconsejaron que visitara a Picasso en Marsella antes de volver a Valladolid.

Este maestro nacional apenas pasó un año en Francia. Regresó a España al ver frustradas sus esperanzas de trabajar; pero no se incorporó al Cuerpo del Magisterio, al que había pertenecido hasta 1936. «Si yo fuese médico o veterinario o cualquier otra profesión… ¡a ejercer y a intentar olvidar!, pero… ¿maestro?… ¡me echarían del pueblo!… «

Cuando nos conocimos iba a cumplir ochenta y cinco años y aún vivía con un hermano dos años mayor que él. Toda su ilusión era ver publicados sus poemas y, en buena medida, lo consiguió costeándose la primera parte de «Mi lira canta ¡escucha!». Apenas salía del Coto y era el escaso vecindario de los caseríos próximos, así como los pastores que se acercaban con sus rebaños hasta el mismo, quienes le proporcionaban las pocas necesidades que tenía para su sustento. Su insignificante pensión, de veinticinco mil pesetas, se vio incrementada en diez mil más a partir de julio de 1988, como consecuencia de las gestiones que llevé a cabo con el entonces ministro socialista de Educación y Ciencia, José Mª Maravall. Fue una de las pocas y míseras compensaciones que recibió, pues, como él mismo plasmó en una de sus numerosas composiciones: «Hay los que me han calumniado, / perseguido y arruinado, / y ésta es la cruel verdad, / que me iré a la eternidad / tras de cornudo, apaleado».

Olvidos de Juan Vicente Herrera

jesus.JPG Jesús Salamanca Alonso

     El presidente de la Junta de Castilla y León mencionó el sistema educativo en su discurso de investidura, como lo hizo con el acceso al trabajo, la conciliación de la vida familiar y laboral, el turismo, el comercio, la gratuidad de la enseñanza, el plan de modernización de infraestructuras y equipamientos educativos, la incorporación al sistema educativo de los inmigrantes,… En fin, todo un repaso puntual por las necesidades de esta comunidad, que son muchas; pero sobre la educación a lo largo de toda la vida, ni una sola frase, ni un solo proyecto. Nada. El vacío. La tristeza y el abandono. El silencio. Tal aturdimiento y desidia presidencial han hecho que para muchos sectores de la educación se desvaneciera la imagen de Juan Vicente Herrera, cayendo en un reiterado descrédito.

     Castilla y León se desmantela: se marchan las empresas de la comunidad por falta de una política económica seria y la falta de normativa actualizada. El rechazo de Durao Barroso a las propuestas del presidente Herrera evidencian que no hay proyecto; desmantelamiento de numerosos cultivos que son la vida de cientos de familias; masiva pérdida de ayudas al sector primario; huida de universitarios a otras regiones más dinámicas; escasa credibilidad de Castilla y León en el tejido empresarial español; agonía de miles de puestos de trabajo; el olvido desde el Gobierno central; falta de lucidez de los diputados y senadores de la comunidad; falta de proyección a corto plazo; crisis de FASA RENAULT; escándalos en la Viviendas de Protección Oficial; abandono de las principales infraestructuras viarias,… y todo ello refrendado por la inoperancia diaria de un Gobierno autonómico que los ciudadanos desconocen en gran medida. A pesar de todo ello, las ‘huestes’ de Herrera disfrutan acometiendo al Gobierno de Rodríguez Zapatero, cual incansables ‘becerrillos’.

Engaño educativo del Partido Popular

prd4.JPG Jesús Salamanca Alonso

Entre los docentes se suele decir que la LOCE del PP duró menos que un caramelo a la puerta de un colegio. En el documento de bases para elaborar la Ley de Calidad de la Educación (LOCE), el apartado correspondiente a la ‘Enseñanza de Adultos’ no suponía mejora de ningún tipo para la calidad y, posteriormente, en el anteproyecto de ley tampoco se advertía aportación alguna respecto a lo que se recogía en el Título Tercero de la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE).

Aprobada y publicada la Ley de Calidad de la Educación, la decepción se consumó. No sorprendió al profesorado la dejadez ministerial al tratar a la educación de personas adultas como la trató. El planteamiento que hacía de esta variante del sistema educativo era llamativo desde la misma exposición de motivos de la ley. Curiosamente podían observarse afirmaciones hirientes como que “la necesaria ampliación de la atención educativa a la población adulta” se concretaba como un problema del sistema educativo. Sin duda era una afirmación gratuita; podría ser un objetivo de la educación de personas adultas – que de hecho lo es – una aspiración o una pretensión; pero de ahí a catalogarlo como un problema del sistema educativo va un abismo.

Quien analice con precisión el Título Tercero de la LOCE, puede comprobar que coincide con lo que era el Título tercero de la LOGSE; no obstante, la mayor decepción para el profesorado fue constatar que se trasplantó íntegramente, sin añadir aportaciones que pudieran contribuir a la mejora de la educación de personas adultas y a elevar la calidad de la misma.

Había artículos en los que se limitaba a hacer reproducciones parciales o totales de lo que conocíamos desde hacía tiempo, llegando a aplicar a la educación permanente los objetivos que se aplicaban a la educación de personas adultas. En ocasiones “fusilaba” el contenido de un artículo, “jugaba” con los párrafos sueltos de otros o se limitaba a cambiar “formación de adultos” por “formación de personas adultas”. En lo único que se mejoraba la redacción del articulado era en el aspecto no-sexista. En la mayoría de los artículos de la nueva ley se hacía una redacción plagiada de la LOGSE; pero empobreciendo el contenido al cambiar un concepto o retocar una expresión.

Aludía en ocasiones a lo que se estaba haciendo desde hacía tiempo en todas o casi todas las comunidades autónomas y que estaba plasmado en las distintas instrucciones destinadas a la mejora permanente de la organización y funcionamiento de los centros específicos de educación de personas adultas; pero cometía el error de presentarlo como algo novedoso.

En pocas palabras: Como resumen podemos decir que estudiado y comparado el articulado referido a la EPA, se observaba que las aportaciones ministeriales eran nulas, mientras que el número de reproducciones, en muchos casos textuales, era abundante. Seguíamos, pues, como estábamos y tristemente se perdía una extraordinaria oportunidad para situar donde se merece a esta variante del sistema educativo.

'Rodeado de imbéciles, gobierne usted si puede'

jesus2.JPG Jesús Salamanca Alonso

Entre las propuestas de futuro que deben tener en cuenta todas las comunidades autónomas hay que mencionar las políticas que contribuyan a conseguir la igualdad de oportunidades, la extensión de las tecnologías de la información y de la comunicación, la cooperación entre las administraciones educativas y las entidades locales, y la prestación de cuantos servicios demanda el ámbito rural, contribuyendo a paliar la sensación de abandono. Ahora que tanto se habla de discriminación positiva, todos los ciudadanos — y especialmente los de municipios rurales — tienen derecho a ver satisfechas sus necesidades básicas y, entre ellas, está la educación y formación a lo largo de toda la vida.

Es precisa una planificación realista, sin olvidar la gestión de programas destinados a las personas adultas. Actualmente, Castilla y León carecen de unos planteamientos serios ante el sorprendente y reiterado desenfoque de sus responsables políticos. No entendemos la falta de perspectivas de futuro en lo que a la educación permanente se refiere.

En Castilla y León existen numerosos temas pendientes de solución en el ámbito de la educación permanente y en muchos otros ámbitos. Mal lo tiene el actual presidente si no se asesora de forma realista en temas que se le vienen ocultando por sistema desde muchas de sus direcciones generales. Tristemente Castilla y León siguen sin definir un modelo de trabajo y eso se aprecia especialmente en direcciones generales de relleno que, en muchos casos, otras comunidades ya han suprimido ante la falta de operatividad.

Todas comunidades han dedicado atención y reconocimiento a la educación permanente; pero a nuestro presidente le han distorsionado la realidad sus propios técnicos y sus cargos de confianza al escribirle deprisa y sin orden el discurso. Ha llegado a negar la atención a una variante de nuestro sistema educativo, cada vez más extendida, como es la educación permanente, silenciando y ninguneando el punto primero del programa de su partido.

León y Castilla se agotan y se olvidan. En el exterior de la propia comunidad se nos ignora. El propio Juan Vicente Herrera pierde las esperanzas, a pesar de que Zapatero ha dado por perdidas León y Castilla al nombrar a Ángel Villalba como candidato a la Junta de Castilla y León. Cuentan las lenguas de doble filo que alguien del gobierno autonómico pareció escuchar recientemente a Juan Vicente Herrera aquella célebre frase del siempre admirado don Manuel Azaña: “Rodeado de imbéciles, gobierne usted si puede”.

Mal ejemplo de una concejala 'pepera' en "Pucela"

jesus2.JPG J. Salamanca cantalapiedra.jpg Concejala

 

 

“Unos siembran y otros pisan el sembrado”. Así se expresaba un grupo de profesores después de leer el Día de Valladolid y comprobar en Canal 4 Televisión que la concejala de Comercio y Turismo del Ayuntamiento de Valladolid, Mercedes Cantalapiedra, se dirigió a los periodistas con un lenguaje tan poco usual y excesivamente burdo-coloquial como: “(…) Le habéis ‘calentao’, cabrones. La culpa es vuestra”. Tal expresión se produjo en un momento en que el alcalde se ausentó de la rueda de prensa en la que intentaba justificar su presencia en los viajes realizados a Nueva York y a la India.

Cantalapiedra tiene tendencia natural a ‘meter la pata’, ya que su sentido del humor deja mucho que desear. Con el paso de los días quedarán en anécdota sus palabras, pero no han sentado nada bien en el ámbito periodístico, a la vez que han sido recriminadas por gran parte del profesorado vallisoletano. Ejemplos de ese tipo no son necesarios y mucho menos aconsejables.

Mientras la Consejería de Educación se esfuerza por fomentar la convivencia en los centros docentes, consentidos ediles dedican soeces insultos a los periodistas. ¡Ya llegarán las elecciones municipales! No es de extrañar, pues, que durante estos últimos días hayan circulado cientos de correos electrónicos entre la población vallisoletana, y especialmente entre el profesorado, aconsejando no votar la lista donde aparezca la señora o señorita Cantalapiedra, en caso de que algún partido decida presentarla en sus listas.

Mientras la concejala ‘pisa el sembrado’, el profesorado ‘siembra’ con acciones formativas para fomentar la mejora de la convivencia, la prevención y la resolución de conflictos en los centros docentes. De ello estamos muy necesitados en un momento en que la depresión se ha asentado entre los docentes, a la vez que comprueban cómo no se reconoce su labor diaria y se arremete contra ellos de palabra y obra.

Al día siguiente de la ‘proeza’ de Cantalapiedra, pude comprobar cómo un grupo de jóvenes entre 14 y 16 años comentaban la expresión de la concejala en el autobús y, ante la petición de un ciudadano para que dejaran sentar a una embarazada, la expresión que soltó en voz alta uno de los jóvenes no tiene desperdicio: “¡Quien se la folló que se levante de la silla!”. ¿Dónde está la diferencia respecto a lo dicho por la concejala? Y es que cuando se ocupa un cargo público hay que medir las palabras y los actos, precisamente por razón del cargo, y si alguien piensa que eso es hipocresía está muy equivocado. Parece que algún concejal no es consciente de que puede ser mimetizado con facilidad, sobre todo si los medios de comunicación actúan de altavoz. Ahora bien, si en privado quieren poner pedales a su asno, ese es su problema.