Mientras que Sáenz de Santamaría ha manifestado que “quien no quiera venir que renuncie a su escaño”, ante la dejadez de los diputados y el cachondeo con el que se toman la asistencia a las sesiones del parlamento, un diputado ha sido claro respecto a ella: “que renuncie a su acta si no es capaz de hacer oposición». Así están las cosas en el Partido Popular. Pintan bastos para Mariano Rajoy, el líder peor valorado por la ciudadanía.
Va siendo hora de ir desfilando y apagar la luz. El PP no es alternativa de gobierno ni al Gobierno, carece de crédito y goza del rechazo de una parte importante de la población. Alguien debe contar a Mariano que las experiencias más provechosas son siempre las peores. A pesar de lo que piensan muchos afines al Partido Popular, estamos ante el fin del trayecto.