Cada vez somos más los españoles que sentimos vergüenza ajena al escuchar las afirmaciones de miembros relevantes de la cúpula socialista. Ha llegado un momento que defienden lo indefendible. Pretenden hacernos comulgar con ruedas de molino y leen «pera«, donde pone «rape«. Lo más triste es que piensan que los demás también confundimos churras con merinas.