María Antonia Iglesias, o ‘la chota’ Iglesias, como se la empieza a conocer en el mundo tertuliano, otrora ex directora de informativos de TVE en la época de Felipe González, se saltó tres pueblos de un solo brinco en su enfrentamiento con Miguel Ángel Rodríguez. Su no saber estar, su aversión a quien no piensa como ella y el saberse despreciada por un cada vez más amplio sector de la sociedad española le llevó a insultar a un periodista y novelista muy respetado en el mundo de la información y de la comunicación.
Eso de no tomar ‘la pastilla’ a tiempo hace que gente como Iglesias quede a la altura del betún y, a veces, más abajo. Esta mujer, imitadora de periodistas, debe de pensar que sus verdades son eternas y, en este sentido, me recuerda una vieja afirmación de Juan María Bandrés cuando decía que las verdades eternas trasladadas a la política son un primer paso hacia el totalitarismo.