Ahí es nada: “1.200 cargos autonómicos van en coche oficial con chófer…” Es para echarse la manta a la cabeza y liarse a gorrazos con los políticos de las autonomías, sobre todo con los políticos de los partidos que ocupan el Gobierno en ese momento.
En plena recesión no podemos consentir ese derroche. Hay que adoptar medidas y éstas han de ser severas. Tampoco se trata de arrojar piedras a los coches oficiales a su paso, aunque ese sea el sentir de la ciudadanía. Los Gobiernos autonómicos deben ser más cautos y prudentes. De momento lo que procede es reservar esos vehículos hasta mejor ocasión.