El Partido Popular abandona a sus votantes. Además de no trabajar, se muestra celoso de Rosa Díez
José Luís Ayllón, protagonista del ataque de celos por el trabajo bien hecho de Rosa Díez
¿Es sospechoso Rajoy? El Partido Popular empieza a cometer errores de bulto, además de no trabajar por los intereses de los ciudadanos. Mejor dicho: hace tiempo que los cargos políticos del partido están obsesionados con la falta de liderazgo de Mariano Rajoy. Unos lo exponen en voz baja y otros no se atreven a hablar. Posiblemente, en la comunidad donde más ‘acongojamiento’ se advierte es en Castilla y León.
Prueba de ese susto permanente ha sido el ‘cónclave’ celebrado en al Feria de Muestras de Valladolid, para aplaudir a Rajoy y preservar las prebendas de los muchos que las reciben. Otra prueba más de que hay temor a perder el ‘pesebre’ del partido son los avales que han otorgado a Rajoy por vías poco claras y bastante sospechosas.
Y ha sucedido lo que tenía que suceder. Tan preocupados están por sus problemas internos, así como de que no les quiten todo aquello de cuanto disfrutan, que se han olvidado de hacer oposición. Han postergado la seriedad que deben a sus votantes, afiliados y simpatizantes. Y alguno ha llegado a tal grado de nerviosismo que, ante la presencia de Juan Costa, se ha visto traicionado por su no saber estar y le ha espetado aquello de “pero te presentas de una puta vez o qué,… joder, deja ya de dar la vara”.
Juan Morano, alcalde de León en la prehistoria del ‘fraguismo’, no ha sido el único diputado del Partido Popular que ha caído en el ridículo más risible. En Castilla sentimos que sea vecino y cercano, por aquello de ser diputado por León. También otro compañero de partido del ex alcalde leonés ha caído en el esperpento que acompaña estos días a los nerviosos diputados populares. ¿Alguien ha oído hablar de José Luís Ayllón? Seguramente nadie hasta que ha pisado el charco de la envidia.
El diputado Ayllón, en su afán de evitar el ridículo, lo ha hecho con todo el deshonor del que es capaz. Y parece que es mucho. Si antes decíamos que el PP no trabaja por sus votantes, porque está inmerso en su amplia y extensa problemática interna, ahora resulta que la envidia puede con ellos. Al pobre José Luís no se le ocurre otra cosa que decir de Rosa Díez que copia las propuestas del Partido Popular ¿Será vencejo este pobre hombre? ¿Sabe de qué habla? Pero, Soraya, niña de Dios ¿aún no te has ganado con ellos la medalla de pavera?
El secretario general del Grupo Popular en el Congreso debería coger unas vacaciones y dejar de acusar en falso. Además, alguien debe explicarle con urgencia que su portavoz de educación en el Senado, durante la legislatura pasada, no daba respuesta a ninguna de las propuestas que se le hacían y, en muchas ocasiones, daba opiniones que nos había escuchado antes a los demás. Incluso plagiaba muchas de las propuestas y las hacía suyas. Sí, el mismo senador que se ‘escondió debajo de las piedras’ y fue incapaz de dar respuesta a la propuesta de debate sobre terrorismo durante la pasada campaña electoral, entre el PSOE, PP y Unidad Regionalista de Castilla y León.
Sea como fuere, el caso es que Rosa Díez está comiendo la partida al Partido Popular en todos los terrenos. Los propios senadores y diputados del partido lo reconocen y el nerviosismo aparece por todas partes. Las pruebas son numerosas. Ahí tienen a Morano, Alfonso Alonso, Ayllón, Soria, Lassalle,… Claro que, lo de este último es para nota: un ‘siseñor’ venido a menos, o un ‘don nadie’ como le califican en su entorno, intentando dar clases a María San Gil. “¡Manda huevos!”, que diría el otro.