Desde la Junta de Castilla y León lo han sabido ocultar durante la campaña electoral. Había que dar imagen de normalidad, para lo que no dudaron en sacar a los medios de comunicación a un viceconsejero, encargado de asegurar que se iba a solucionar el problema del deporte escolar. Ahora resulta que volvieron a engañar a todos: niños, padres y monitores. ¡Caramba, qué tropa!
El problema sobre el deporte escolar se conoció allá por el mes de noviembre, si la memoria no me falla, y transcurridos seis meses aún estamos como estábamos; incluso más grave, pues no hay perspectivas de que se resuelva a corto plazo. Da la impresión de que se ríen de nosotros. Los padres estamos hartos de la incompetencia que vemos en los responsables del deporte en las Consejerías de Educación y de Cultura, pero como ya han pasado las elecciones y hay tres años por delante…
A pesar de la citada incompetencia, no pidan ustedes la dimisión del director general de deportes, porque se enfada y manda a su secretaria llamar al diario que publique el artículo llamando a las cosas por su nombre y pidiendo que el articulista se ponga en contacto con él. ¡Para eso es el director general! Lo indicado es lo que ha hecho el director general de deportes de la Junta de Castilla y León, llamando al director de Diario Siglo XXI. Según hemos podido comprobar, no le gustó que pidiéramos su dimisión, tras su demostrada dejadez ante los Campeonatos de España de Orientación. Al fin y al cabo, éramos una voz más de las muchas que a diario lo hacen en la comunidad.
Pero sigamos con el deporte escolar. Ya les contaré con más detalle y precisión otro día la llamada del director general al diario digital mencionado y lo acontecido en días sucesivos. Nunca entenderé la actitud de ciertos políticos ‘populares’. Y mucho menos cuando convierten la discrepancia en amenaza, aprovechando la poltrona ocasional que les ‘arrienda’ el ciudadano. ¡Caramba, qué tropa!
Lo dicho: seis meses después, estamos como estábamos. Todo ello tiene unos cuantos agravantes: empezando porque los chavales no saben si podrán seguir practicando su deporte en cursos venideros y acabando por la incompetencia de los responsable del deporte en la comunidad. Eso pasa porque las ‘cabezas pensantes’ anteponen sus intereses a todo lo demás, mientras que los ciudadanos no interesan una vez pasadas los comicios autonómicos. ¿Entienden por qué nunca creeré a Juan Vicente Herrera, cuando habla de los “…intereses ciudadanos”.
Todos los implicados en el deporte escolar, incluida la Inspección de Trabajo, tenían que haber resuelto el tema, pero esta última no ha querido saber nada. Parece que tiene clara su misión y punto. Está claro que, cuando conviene y afecta a los propios políticos, todo se resuelve en un ‘santiamén’, porque todos ponen los medios y van a una; pero si el perjudicado es el ciudadano, rara vez se pone toda la carne en el asador. ¡Caramba, qué tropa!.
¿Después de seis meses qué ha hecho el señor consejero de Educación? ¡Que salga a contarlo, por Dios, sin enviar absurdos emisarios a mentir y dar largas al problema! Con lo fácil que es la solución ¿no han sido capaces de conjugar la relación de los monitores voluntarios con las asociaciones y la normativa que debe cumplir la Inspección de Trabajo, sin interferir en las responsabilidades y tareas de cada parte?
El tiempo pasa y los más perjudicados son los niños. No parece que interese mucho en la Consejería aportar una solución. Pues, señores, no lo duden…¡Dejen paso a quienes están dispuestos a resolverlo! Cuando conviene a Herrera Campo, suele ‘meter mano’ en los asuntos, como en el caso de los topillos. Pues aproveche ahora la ocasión, señor Herrera. ¿O espera que se lo resuelvan desde Génova? ¿También ahora se lo impide su agenda? ¡Ya está bien de tanto desprecio al ciudadano! ¡Caramba, qué tropa!