Que el Partido Socialista ayude a la banca, en vez de ayudar a los pobres, nos hace pensar que la “O” de Obrero del PSOE es una tomadura de pelo para la ciudadanía. Cada vez engaña el socialismo a menos gente. Una cosa es lo que predica, o vocifera, y otra muy distinta lo que hace. Probaron la alfombra, el traje brillante y entallado, además del abandono de la madrugada, y pretenden establecerse con carácter fijo y para siempre.
El libro de cabecera del socialismo español alberga contenidos muy curiosos: la memoria histérica, el laicismo, la educación para la tiranía, el ataque frontal a la Iglesia católica y el aborto. Demasiadas patas podridas para un mal banco. Son la representación de un discurso mediocre y obsoleto. Vienen a ser algo así como la bandera de las cavernas y la falta de visión de futuro. Mientras tanto la Iglesia católica suple la irresponsabilidad de Ejecutivos como el de Rodríguez Zapatero.