De las burradas de Eguiguren durante la negociación también tiene mucho que decir Íñigo Iruín, responsable jurídico del entramado batasuno. Uno por otro, la casa quedó mal barrida; pero muy mal barrida. Hasta el punto de que el líder socialista estuvo a punto de ensuciar la gran casa que es el Estado de Derecho, con la aquiescencia del presidente Rodríguez, quien se dejó llevar por el engaño de una negociación que dio alas a ETA y que, de no ser por la probada ética de las asociaciones de víctimas del terrorismo, tiró por tierra muchos de los logros alcanzados en la etapa Aznar con la ley de partidos, propuesta y traicionada por el socialismo que aún sigue abanderando el presidente Rodríguez.