Siempre me he comunicado con todos los españoles en un idioma que se llamaba español, no sólo en España sino también en otros países… hasta que los catalanes empezaron a llamarlo «castellano».
La razón, que para mí parece obvia, es que al llamarlo castellano ya desaparece su ámbito nacional, ya no es el idioma común, ya no es el vernáculo, sino que parece el de una sola región: Castilla.