“Soraya y su clan llevan al partido a la ruina. Así no vamos a ninguna parte y, por si no era suficiente, no hay ilusión en el partido. Ni siquiera hay relación entre muchos de nosotros”, nos comentaba la semana pasada un diputado del Partido Popular. Eso demuestra que Sáenz de Santamaría se ha quedado sin apoyos, ha perdido la poca admiración que le quedaba por parte de sus correligionarios y no es capaz de tirar del carro. Mejor dicho: algunos pueden garantizar que el carro va cuesta abajo y sin frenos.