Nos resulta incoherente la actual situación de los sindicatos de clase en España. Frente a sindicatos de honra demostrada, como son algunos sindicatos de docentes (STEs, ANPE, ASPEs,…) que se mantienen con las cuotas de sus afiliados, nos encontramos con los clasistas (UGT y CC.OO.) que se mantienen del uso de dinero público y del abuso de los presupuestos generales del Estado.
Los citados sindicatos docentes, si dispusieran de los mismos medios económicos que los segundos, hubieran sido auténticas ‘apisonadoras‘ creando empleo y repartiendo riqueza. Pero los sindicatos obreros, además de repartir pobreza, se han especializado en fomentar la cría de holgazanes, la figura del vago contemporáneo (liberado sindical) y la aquiescencia gubernamental para seguir destruyendo empleo.