Desde hace años venimos denunciando que la formación profesional no se adapta a las necesidades del mercado. Incluso en comunidades como Castilla y León existe un fuerte divorcio entre la realidad y la nefasta planificación; de ahí las constantes demandas al presidente de la Junta de Castilla y León y al Consejero de Educación para que haga efectivo el cese del director general de formación profesional en la comunidad. Un director excesivamente apoltronado para afrontar los pocos retos del futuro que le quedan a Castilla y León.
Nadie entiende que a estas alturas de la película no le haya reemplazado su actual mano derecha y cabeza pensante, María Eugenia Pascual, tal y como comentan varios de los directores generales de la Consejería de educación de la Junta de Castilla y León.