Ángela Rodríguez, alias PAM, ni siquiera ha entendido la lección que les dio ayer la presidenta de la comisión de control, Monika Hohlmeier: «los jueces aplican las leyes que hace el legislativo; es decir, las leyes que elaboran ustedes». Pues ni con esas.
Por Jesús Salamanca Alonso / En Cosas de una bailarina / El «Ministerio de Violaciones», con la «ministra de violadores» al frente no deja de hacer el ridículo. Nunca las propias mujeres habían propiciado la desprotección de las mismas. Ya se están acabando las adjetivaciones para calificar, y también para descalificar, a esa banda de vividoras amparada en el temor del mentiroso, Pedro Sánchez.
Si en España son las propias mujeres quienes califican de bandarras a esta mafia del «Ministerio de Violaciones» (antes denominado de IGUAL-da), en Europa hace tiempo que se llevaron las manos a la cabeza con el amontonamiento de despropósitos del Gobierno filoterrorista y socialcomunista.
Ahí tienen a la comisión europea que ha acabado asustada por la «representación» de mujeres palurdas y degeneradas que abanderan y pululan por el citado ministerio. No menos aturdimiento ha generado en la referida comisión la desaparición de parte de fondos europeos, la deficiente distribución de los pocos que han llegado a las empresas y la inutilidad del Gobierno para cubrir las necesidades que España sigue teniendo.